La reina de Inglaterra, Isabel II, quiere utilizar biocombustible en sus vehículos. Para eso adaptará (o cambiará, no lo sabemos) el motor 6.75 biturbo de sus Bentley, actualmente con unos 400 cv, dando así ejemplo de conducta responsable y sostenible.
Aunque con un motor 3.0 emitiría menos CO2, y la reducción de emisiones del biodiésel es sólo un porcentaje mínimo, tendremos que aceptar que la intención es lo que cuenta. Puestos a criticar, podría haber optado por los eléctricos o el hidrógeno.
En parte puede ser también un guiño a Bentley, perteneciente al grupo VAG pero con origen y fábricas en Reino Unido, que parece la marca de lujo más preocupada por las emisiones.
Recientemente han puesto encima de la mesa su compromiso para reducir las emisiones de CO2 a menos de 120 g/km en 2012, algo que hoy por hoy parece imposible con el rango de potencias y peso que calza esta marca.
Aunque sea un acto simplemente simbólico, y a ella no le cueste nada, dar ejemplo a los ciudadanos preocupándose por estos aspectos parece una buena idea.
Vía | autobloggreen.com
Más información | Daily Mail
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