Cuando éramos críos todos hemos jugado con cochecitos de metal. Las horas y horas de diversión que nos dieron esos cochecitos que cabían en el bolsillo y que llevábamos a todas partes quedaron atrás. Ahora nos hemos pasado a los coches de verdad, al slot o al modelismo, pero todos recordamos esos coches. Y estoy seguro que todos teníamos una marca favorita (personalmente, era de Majorette y de Matchbox).
Y de todos los cochecitos que tuvimos ¿cuántos todavía conservamos? Yo ni uno, por desgracia, pero Bruce Pascal nunca dejó de coleccionar los Hot Wheels. Tanto, que a día de hoy posee más de 3.500 miniaturas Hot Wheels y tiene una habitación de su casa dedicada sólo para los cochecitos.
Algunas piezas de su colección incluyen 175 prototipos que nunca llegaron al comercio y el Hot Wheels más raro o exclusivo de todos, un Volkswagen Combi rosa con tabla de surf. Según Bruce, sólo está miniatura está valorada en 150.000 dólares, toda la colección está valorada en un millón de dólares.
Con tanto Hot Wheels por casa -y objetos relacionados con Hot Wheels- a Bruce le gustaría abrir un museo de Hot Wheels. Y es no únicamente para que un día no se desperdicie su colección, sino porque considera que tiene más piezas originales que la propia Mattel.
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