Como os he contado en la primera parte de la prueba entre Valladolid y León, los Renault Scénic y Grand Scénic 2012 son monovolúmenes bastante espaciosos y cómodos, bien acabados y con un maletero más que razonable (sobre todo en el Grand Scénic). Hoy además os contaré que son coches muy agradables de conducir.
Los cambios estéticos no han sido muy grandes, pero sí han recibido novedades y mejoras en cuanto a motores y nuevos equipamientos de seguridad. Sin duda el motor protagonista de los nuevos Scénic y Grand Scénic es el motor diésel Energy dCi 110, fabricado en la factoría de motores de Valladolid.
Las principales marcas se están esforzando en construir motores de menor consumo, y de paso reduzcan también sus emisiones. No hay que ocultar que la legislación europea cada vez más estricta, les obliga a ello, y que los elevados precios del petróleo, y el cada vez más caro precio por litro de la gasolina o del gasóleo, hacen que los conductores busquen motores que no les arruinen.
Motores Energy: eficiencia aprendida en la Fórmula 1
Renault no hace mal motores, que se lo digan si no a Sebastian Vettel, dos veces campeón del mundo de F1 con su Red Bull con motor Renault. Así que la experiencia técnica de la alta competición bien se puede aprovechar para los motores de los coches de calle.
Si un Renault Scénic o Grand Scénic 2012 consume menos, no solo es porque se haya incorporado en casi todas las versiones el sistema start-stop, de parada y arranque automático del motor en las detenciones (que también), sino porque se ha trabajado en reducir las elevadas pérdidas de energía que sufren los motores de combustión interna.
Y en esto están trabajando casi todos los fabricantes, ya sea con unas u otras estrategias. Recordad por ejemplo las de Ford en el nuevo motor 1.0 EcoBoost de 125 CV en el Focus, las de Volkswagen en el Polo BlueGT, con cilindros desconectables, o la de Audi con un sistema de doble inyección (con consumos de gasolina así, ¿quién quiere gasóleo?).
El downsizing (hacer motores de menos cilindrada), la inyección directa y el turbocompresor ya no son suficientes. Hay que trabajar en más cosas.
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Se reducen los rozamientos internos con nuevos diseños y nuevos materiales.
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Se modifica la arquitectura del turbo para reducir las pérdidas de carga y se simplifica el recorrido del aire de admisión.
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Menor inercia de la turbina del turbo.
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Inyectores de mayor precisión, con ángulo del chorro individualizado, que mejoran la combustión y reducen un 15% los inquemados (y las partículas).
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Válvula EGR (recirculación de los gases de escape) de baja presión con radiador de sobrealimentación para enfriar los gases de escape (bucle frío). Esto ayuda también a reducir las emisiones de NOx (óxidos de nitrógeno).
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Bomba de aceite autorregulada y con termostato, para que la presión sea la justa y necesaria en cada momento.
Con todo esto el motor diésel Energy 1.5 dCi de 110 CV consigue un 8% más de par motor, 260 Nm (20 más que el anterior 1.5 dCi), un 16% menos de consumo medio, solo 4,1 l/100 km y un 18% menos de emisiones, 105 g/km de CO₂. En el Scénic se consigue una aceleración de 0 a 100 km/h de 12,5 s y una velocidad máxima de 180 km/h.
El motor diésel Energy 1.6 dCi de 130 CV tiene 320 Nm de par y un consumo de 4,4 l/10 km (un 20% inferior al del anterior 1.9 dCi 130), con unas emisiones de CO₂ de 114 g/km. Montando este, el Scénic acelara de 0 a 100 km/h en 10,3 segundos y la velocidad máxima es de 195 km/h. Este motor ya se había estrenado en mayo del año pasado en los Scénic (ver prueba).
Hay tres motores diésel más, un 1.5 dCi de 95 CV, 240 Nm, con un consumo de 4,5 l/100 km y 118 g/km de CO₂. No es Energy, y no comparto que no lo sea, ya que el consumo podría bajar fácilmente de los 4 litros. Me imagino que será por una cuestión de costes. El Scénic con este motor acelera de 0 a 100 km/h en 13,5 s y alcanza una velocidad máxima de 170 km/h.
Se conserva el 1.5 dCi de 110 CV antiguo (240 Nm de par), que no es Energy, combinado con la caja de cambios automática de doble embrague EDC. Ya estaba adaptada a este motor, y por el momento no está disponible con el nuevo. Aún así Renault no descarta adaptarla más adelante.
El consumo medio en este caso es de 4,7 l/100 km, las emisiones de CO₂ 124 g/km (por poco, pero ya paga un 4,75% de impuesto de matriculación), la aceleración de 0 a 100 km/h 13,4 segundos y la velocidad máxima 180 km/h.
El último motor diésel es además el más potente de la gama Scénic y Grand Scénic, es el 2.0 dCi de 150 CV, 360 Nm de par, que además solo se combina con una caja de cambios automática de convertidor hidráulico de par. El consumo medio es de 7,0 l/100 km, con 184 g/km de CO₂. La aceleración de 0 a 100 km/h es de 9,7 s y la velocidad máxima 200 km/h.
Aunque no lo parezca también hay motores de gasolina
Por el momento los conductores siguen más interesados en comprar diésel, y eso es lo que prefieren ofrecer las marcas. De todos modos también hay tres motores de gasolina. El 1.6 16v de 110 CV, 151 Nm de par, que tiene un consumo de 7,4 l/100 km, con 174 g/km de CO₂. La aceleración de 0 a 100 km/h es de 11,7 s y la velocidad máxima 190 km/h. Este motor desaparecerá en breve.
El 1.4 TCe de 130 CV y 190 Nm, con turbocompresor e inyección multipunto, consume 7,3 l/100 km (168 g/km de CO₂) y permite al Scénic acelerar en 10,5 s y llegar hasta los 190 km/h.
Con cambio automático, pero en este caso con caja de cambios continuamente variable X-Tronic CVT (no se dirá que no hay variedad de cajas en el Scénic), está presente el motor 2.0 16v de 140 CV y 195 Nm de par (a un régimen alto, 3.750 vueltas). El consumo medio es de 8,1 l/100 km/h (186 g/km de CO₂), con un 0 a 100 km/h en 10,6 s y 190 km/h de velocidad máxima.
El motor de gasolina más interesante llegará dentro de unos meses, es el Energy 1.2 TCe de 115 CV y 190 Nm de par. Este motor será el protagonista del nuevo Renault Mégane 2012.
Es un motor sobrealimentado y con inyección directa, con estrategias para reducir el consumo similares a las que os he expuesto antes. El consumo medio del Scénic con este motor es de 5,8 l/100 km, con unas emisiones de CO₂ de 135 g/km.
Todas las cajas de cambios de los Renault Scénic y Grand Scénic 2012 son de seis velocidades (salvo la CVT por cuestiones obvias).
Versiones, equipamiento y precios
Para España se comercializarán cuatro versiones con diferente nivel de acabado y equipamiento:
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Authentique, el más básico, pero bien equipado: ESP con asistente para arranque en pendientes, seis airbags, aire acondicionado, llantas de 15? con embellecedores de plástico, control-limitador de velocidad, radio CD mp3 con bluetooth, tarjeta Renault con apertura a distancia, etc. Solo disponible en Scénic y con el motor de gasolina 1.6 16v 110.
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Expression, añade climatizador automático bizona, faros antiniebla, llantas de 16?, elevalunas eléctricos traseros, etc.
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Dynamique, viene ya con las luces de marcha diurnas de ledes, llantas de aleación de 16?, freno de mano automático, navegador GPS Carminat TomTom integrado, cortinillas interiores, reposabrazos central delantero deslizante, volante en cuero, etc.
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Privilege, con llantas de aleación de 17”, radar trasero para estacionar, tarjeta Renault manos libres, Visio System, parabrisas atérmico, espejos retrovisores abatibles eléctricamente, reposacabezas gran confort, etc.
Visio System es novedad en los nuevos Scénic y Grand Scénic 2012. Incluye dos equipamientos de seguridad en uno: por un lado el sistema de aviso de cambio involuntario de carril, y por otro lado el sistema de luces de carretera automáticas, utilizando para ello la misma cámara de visión colocada en la parte alta del parabrisas. Es un equipamiento opcional en el acabado Dynamique por 245,76 euros más impuestos (si solo es el IVA por tratarse de un motor por debajo de 120 g/km de CO₂, serían 290 euros).
También se pueden pedir como opción los faros de xenón por 682,20 euros, el navegador GPS Carminat TomTom Live por 407,33, el equipo de sonido Bose por 338,98, tapicería de cuero por 1.355,93 o techo solar eléctrico panorámico por 593,22, entre otros (en todos ellos hay que sumar los impuestos que les correspondan, como mínimo el IVA).
Precios Renault Scénic 2012
Gasolina
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1.6 16 v 110, Authentique: 17.300 euros
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1.6 16 v 110, Expression: 18.100 euros (con promoción especial de lanzamiento: 15.100 euros)
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1.4 TCe 130, Dynamique: 20.800 euros
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2.0 16v 140 CV CVT, Privilege: 23.300 euros
Diésel
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1.5 dCi 95, Expression: 18.700 euros
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1.5 dCi 110 Energy, Expression: 20.400 euros
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1.5 dCi 110 Energy, Dynamique: 21.900 euros
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1.5 dCi 110 EDC, Dynamique: 23.200 euros
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1.6 dCi 130 Energy, Privilege: 24.300 euros
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2.0 dCi 150 Auto, Privilege: 27.200 euros
Precios Renault Grand Scénic 2012
Gasolina
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1.6 16 v 110, Expression, siete plazas: 19.500 euros
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1.4 TCe 130, Dynamique, siete plazas: 22.200 euros
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2.0 16v 140 CV CVT, Privilege, siete plazas: 23.900 euros
Diésel
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1.5 dCi 110 Energy, Expression, cinco plazas: 21.300 euros. Siete plazas: 21.800 euros
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1.5 dCi 110 Energy, Dynamique, cinco plazas: 22.800 euros. Siete plazas: 23.300 euros
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1.5 dCi 110 EDC, Dynamique, cinco plazas: 24.100 euros. Siete plazas: 24.600 euros
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1.6 dCi 130 Energy, Privilege, siete plazas: 25.700 euros
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2.0 dCi 150 Auto, Privilege, siete plazas: 28.600 euros
Conducción de los nuevos Renault Scénic y Grand Scénic 2012
Desde Valladolid hasta León fuimos con un Renault Scénic 1.6 dCi de 130 CV, con caja de cambios manual de seis velocidades. Es un motor que responde muy bien en este coche. Es suave y entrega la potencia de una forma muy progresiva, sin problemas en bajo régimen.
A 100 km/h en sexta el motor gira a unas 1.900 vueltas, a 120 km/h lo hace a unas 2.200. El motor trabaja tranquilo y en zona de par. Este motor permite moverse además con cierta agilidad si se busca la máxima aceleración. Por cierto, el cuadro de instrumentos se ve muy bien y el cuentavueltas digital tiene tanta precisión como si fuera analógico (con un aguja que va subiendo o bajando progresivamente sin saltos).
Durante la prueba, sin tener demasiado cuidado en hacer un consumo bajo, la computadora indicaba consumos medios de entre 5,8 y 6,0 l/100 km, lo cual me parece bastante razonable, aunque dista un poco de los 4,4 l/100 km homologados. De haberlo conducido yo solo más tiempo hubiera intentado ver hasta dónde es capaz de bajar el consumo si se mima un poco la conducción.
El acelerador tiene dos niveles muy marcados, con una resistencia fuerte para poder pisarlo a fondo y entrar en la zona de consumo elevado. El tacto del freno me resultó muy satisfactorio, sin que fuera demasiado blando. El tacto de la palanca de cambio es algo blando y con recorrido algo más largo que en otros cambios, pero sin problemas de precisión.
La dirección es muy asistida y blanda, y apenas me transmitía asfalto, aunque sí noté la asistencia variable al ir rápido por autovía, donde la dirección se hace más dura. Para conducir cómodo y tranquilo está bien. Para trazados rápidos y sinuosos me parece un poquito imprecisa.
Lo más notable sin duda es el gran trabajo de insonorización llevado a cabo en el coche. El motor casi no se oye, y apenas se percibe que es un diésel, ni por sonido ni por vibraciones. Esto confiere un tacto muy refinado al motor, que al menos a mí me agradó mucho.
El ruido de rodadura es también muy bajo, y solo se nota algo de ruido aerodinámico (es un coche más bien alto, no hay que extrañarse por ello), pero aún así muy contenido. La suspensión es ligeramente blanda, filtra muy bien los baches, pero sin embargo los movimientos de la carrocería no son exagerados. Balanceo y cabeceo son contenidos.
No es un vehículo para hacer conducción deportiva, pero da confianza y sensación de estabilidad y aplomo al conductor. De nuevo hay que reconocer que Renault ha conseguido un tren de rodaje muy equilibrado. La conducción es muy cómoda y confortable, y resulta impecable como rutero de autovías y autopistas.
La vuelta desde León hasta Valladolid la hicimos en un Renault Grand Scénic 2.0 dCi de 150 CV con cambio automático de convertidor hidráulico de par. El vehículo es algo más grande y pesado, el Scénic dCi 130 pesa en vacío 1.490 kg, pero el Grand Scenic dCi 150 automático pesa 1.668 kg. Esto, junto con la transmisión, hace que los 20 CV de más no se noten al final en la aceleración.
Aún así vuelve a ser un motor muy agradable de conducir, muy suave y progresivo, y muy silencioso. Supongo que por una cuestión de relaciones de cambio, a 120 km/h este motor, aún siendo más potente, giraba a un régimen un poco más elevado, cerca de las 2.400 vueltas, lo que hacía percibir ligeramente algo más de ruido motor en autovía.
El cambio funciona muy bien, sobre todo por la gran suavidad con la que salta de marcha sin tirones ni ruidos. Eso sí, el consumo se resiente bastante, por el motor, que es de mayor cilindrada y no es Energy ni tiene start-stop, y por la transmisión.
En ciudad la computadora indicaba consumos medios un poco llamativos, pero al salir a la autovía la cifra se fue moderando. Sin tener tampoco mucho cuidado con el acelerador, y yendo más bien rápido, la computadora marcó 8,7 l/100 km. Para mi gusto, y siento decirlo, es un consumo muy alto.
El Scénic y el Grand Scénic me han parecido coches muy agradables de conducir, del tipo “para conducir como todo un señor”, y devorar muchos kilómetros confortablemente. Prefiero el motor Energy dCi 130 con cambio manual por el consumo. Aunque no lo pude probar, parece ser que el nuevo dCi 110 va francamente bien y puede que sea muy recomendable si tampoco se necesita más potencia.
Me quedo aún así con ganas de conocer el nuevo motor Energy TCe 115 de gasolina, más por una cuestión de emisiones, que por suavidad, ya que los dCi iban muy refinados.
Los gastos del viaje para esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.
En Motorpasión | Renault Scénic y Grand Scénic 2012, presentación y prueba en Valladolid (parte 1)