Mitsubishi está pensando en cualquier forma para reducir el precio de las baterías de los coches eléctricos como un factor determinante para que tengan éxito. En una conferencia sobre sostenibilidad, un vicepresidente ejecutivo, Ichiro Fukue, tuvo una idea interesante.
Cuando se compra el coche en propiedad, el cliente solo pagaría el 25% de las baterías al fabricante. Pasados unos años, si decide venderlo, el nuevo propietario pagaría otro 25% al fabricante. Al final de la vida útil del coche, el reciclador pagaría el 50% restante… pero las baterías tendrían más del 50% de las prestaciones originales.
En los casos en que el cliente original no vendiese el coche y lo usase hasta “reventarlo”, no sé qué pasaría con ese 25%. En todo caso, la medida es original, porque reduciría en miles de euros el precio de los coches. El problema para el fabricante es que tendría muchos activos de poca liquidez a lo largo de años.
Nuestro asesor fiscal particular, Espada, seguro que puede aclarárnos su viabilidad financiera.
Vía | Autoblog Green
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