BMW-Brilliance es el nombre de la joint venture que permitirá a los bávaros establecerse en el mercado chino, y Zinoro será la marca comercial que empleen para bautizar a sus modelos. Hablando del tema, el primero de ellos parece ser que se llamará Zinoro E90, y aunque todavía no está confirmado en qué modelo de BMW se basa, los rumores apuntan al BMW X1.
En cuanto al nombre de la marca, se trata de la unión de los caracteres Zhi y Nuo, que evocan la idea de mantener un compromiso, en este caso con China, y cuyo logotipo representa la unión de dos manos. Se trata de una declaración de intenciones que le puede salir rentable a BMW, al llevar a un mercado emergente como aquel versiones quizá simplificadas con las que poder posicionarse.
De hecho, entre BMW y Mini el grupo vendió durante el último año 326.444 unidades en el país asiático, lo que supone un incremento del 40,4 % respecto a 2011. Para este año, la previsión de crecimiento es más contenida, de un 8,5 %, y quizá la entrada de Zinoro suponga una forma de aumentar esas cuotas con un producto que para los compradores pase como autóctono. Después de todo, los Zinoro se fabricarán en Shenyang, en la planta que BMW tiene en la capital de Liaoning.
La expansión de BMW en China a través de Zinoro se complementará con la llegada de la serie i de coches eléctricos de la firma de Múnich en cuestión de 12 meses. Y como complemento a estos planes, ya hay quien dibuja un futuro en el que Zinoro traspasará las fronteras chinas y avanzará por el resto de Asia. Pero para eso todavía falta.
Vía | China Auto Web
