Por qué hay tanta diferencia entre los resultados de Euro NCAP y de Latin NCAP cuando los coches son supuestamente los mismos
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Por qué hay tanta diferencia entre los resultados de Euro NCAP y de Latin NCAP cuando los coches son supuestamente los mismos

Hace poco, Euro NCAP sometió a pruebas de choque a los nuevos Renault Zoe y Dacia Spring con el resultado que todos conocemos: cero estrella para el Renault ZOE y una pobre estrella para el Dacia Spring. Sorprende que una marca como Renault haya decidido retirar del equipamiento los airbags laterales de cabeza del Zoe, a sabiendas que podía dar ese pésimo resultado, porque tarde o temprano iba a pasar por esa prueba.

O quizá no es sorprendente, pues Renault y otros fabricantes equipan sus coches con sistemas de seguridad o no en función de los mercados. Así, los sistemas de seguridad no son los mismos en Europa que en Estados Unidos o Latinoamérica. Y con ello, varían los resultados de un mismo modelo en las pruebas de choque en Euro NCAP y Latin NCAP. Además, tampoco son comparables las evaluaciones de Euro NCAP con las de Latin NCAP.

A la hora de puntuar, Euro NCAP o Latin NCAP no miran únicamente como se ha comportado el coche en la prueba de choque, también miran su equipamiento de seguridad. Los modelos obtienen puntos en función del equipamiento de seguridad que lleven de serie o no.

En Euro NCAP, la presencia de la frenada automática de emergencia en ciudad suma puntos, mientras que su ausencia resta puntos. Pasa lo mismo con los asistentes de cambio de carril o de avisadores de vehículos en el ángulo muerto.

En cambio, en Latin NCAP la presencia de cuatro airbags o más ya suma puntos, pues el mínimo que requiere Latin NCAP ahora son cuatro airbags (hace unos años solo eran dos). Y es que el organismo ha de adaptarse a la realidad de los mercados del continente, muy dispares. Las exigencias a la hora de vender un coche nuevo en Bolivia no son las mismas que en Brasil y a su vez que en México, Argentina o Chile.

Peugeot 208 latin NCAP

Pero realidades diferentes de un mercado a otro no explican por si solo la pésima puntuación que obtienen algunos coches al otro lado del Atlántico. Por ejemplo, el nuevo Peugeot 208, en apariencias idéntico al modelo que se vende en nuestro continente y fabricado en este caso en Argentina, obtiene dos estrellas en Latin NCAP y cuatro estrellas en Euro NCAP.

Otro ejemplo, el nuevo Dacia Duster consigue un aprobado raspado en Euro NCAP. Sin embargo, en Latin NCAP, el mismo coche, pero bajo la marca Renault y fabricado en Brasil en lugar de Rumanía, obtiene un cero como nota.

No sólo es una cuestión de equipamiento: la fabricación también influye

Renault Duster

¿Cómo es posible que obtengan un peor resultado? Las versiones sudamericanas carecen de algunos de los equipamientos de seguridad que son incluso obligatorios en Europa o que tenemos de serie, por ejemplo, los airbags laterales de cabeza. El Peugeot 208 carece de ellos, mientras que el Duster se conforma con dos airbags frontales. Aun así, el Duster se lleva un suspenso como una catedral.

Y es que su pésima nota se debe a su pobre comportamiento en el choque: depósito de gasolina (situado debajo de los asientos traseros) que pierde combustible tras un choque frontal, una puerta que se abre y una pésima protección general de los ocupantes. Lo que nos lleva a la segunda razón que explican en algunos casos los malos resultados.

Renault Duster LatinNCAP

Y estas situaciones se dan por una enorme diferencia en la fabricación de un modelo con estándares europeos frente a uno con especificaciones para Sudamérica. En el caso de éstos, los coches cuentan con materiales de menor resistencia, para reducir costes, y procesos simplificados que llevan a una ingeniería claramente diferenciada e incluso deficiente, a la vista del resultado obtenido por algunos modelos en Latin NCAP.

En el caso del Duster eso hace que las zonas de deformación programada no hayan actuado en la versión Renault como sí lo han hecho en la versión Dacia. Sólo así se explica que en un choque frontal se vea afectado el depósito trasero.

Esas diferencias llevan a otra pregunta: hasta qué punto la clientela es sensible a las pruebas de Euro NCAP o Latin NCAP. Sin entrar en el tema que las estrellas de estos organismos no son garantía de una mayor protección en caso de accidente (no dejan de ser una media de la seguridad pasiva y activa), podría uno pensar que escoger entre un coche que tiene cinco estrellas y otro que tiene tres debería ser evidente para el comprador: el que más estrellas tenga.

Renault Zoe EuroNCAP

Sin embargo, no es así. Primero, porque en el caso de Latinoamérica los resultados de LatinNCAP no sean aplicables a todo el continente. Por ejemplo, el Peugeot 208 que se vende en México es importado de Francia, mientras que en el resto del continente se venden los 208 fabricados en Argentina. Ocurre lo mismo con el Suzuki Swift. México y otros pocos países recibe los modelos de Japón, mientras que el resto del continente recibe el Suzuki Swift fabricado en India. Mi compañero Gerardo lo explica muy bien aquí.

En el caso de EuroNCAP ese inconveniente no es tan evidente, pues todos los coches están al estándar de la UE, que lo compremos en Estonia o en Portugal. Sí, habrás diferencias en términos de equipamiento y de puesta a punto, pero en general no en el equipamiento de seguridad, pues la marca toma en cuenta lo que piden en EuroNCAP para diseñar su oferta básica.

Y en segundo lugar, basta con ver el éxito descomunal de los modelos Dacia, tanto en Europa, como en otras partes del mundo bajo la marca Renault, para darse cuenta que no. Como automovilistas somos más sensibles a otros elementos, como el diseño, el equipamiento de serie o a una imagen de marca. La seguridad en la decisión de compra no es primordial. Y para algunos fabricantes, menos aún, pues no dudan en vender coches de cero estrellas y airbags en África, por ejemplo.

Al final, las marcas son conscientes de ello. Y si bien algunas han hecho de la seguridad una parte importante de su imagen de marca, como Volvo, Subaru, o Mercedes-Benz, otras, como Dacia o Renault, han decidido recientemente darle a la clientela lo que desea: un coche asequible. Aunque haya que retirar Airbags para ello.

En Motorpasión | Probamos el Renault ZOE: un coche eléctrico más allá de lo urbano con 135 CV y hasta 395 km de autonomía

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Comentarios cerrados
    • La clave está en que las marcas llevan años y años vendiendo coches en Centro y SurAmérica, que por apariencia exterior son iguales que en Europa o EEUU, etc, pero por dentro desde a nivel materiales del chasis (con chasis y materiales de hace 20 años), hasta nivel equipamiento interior, y de seguridad, pues NO son iguales.

      Por fuera se ve igual. Pero por dentro no tiene nada que ver, y las Marcas es que no tienen perdón de Dios …

      Y me alegro muchísimo, de que LatiNCAP les esté sacando los colores a todas las marcas, porque ya les vale lo de vender por allí mierda a precio de oro.

      Salu2

    • La clave está en la palabra "supuestamente"

    • Se puede entender la venta de Dacias (u otros coches modestos) en los vastos entornos rurales de latinoamérica, que rara vez pisarán ciudad o se cruzarán con otro coche y que, al final, esa seguridad podría no ser tan necesaria. Además, normalmente es una familia humilde la que necesita un transporte.

      Lo que no se entiende es la venta de coches de "aparenteo" y "fardeo" como el Sportage o el Tucson (que intentando sortear campos harados deben ser todo un espectáculo). Este tipo de modelos más resultones (y no tan prácticos) al final se usan para dar "el cante" por ciudad y capitales, y que luego, si tienen airbags, da gracias. Al final, no todo es culpa de la marca, si la marca vende. El quiero-y-no-puedo y el aparentar es intrínseco en la raza humana y más si le sumamos la frustración económica que sufre mucha gente en esos países. Mientras aquí (Europa) la consciencia de la seguridad está bastante interiorizada, ahí, dadas las circunstancias económicas y sociales, la seguridad es un extra, un opcional, y nadie te va a mirar raro por llevar un coche sin airbags, más bien te va a aplaudir por llevar un SUVebordillos último modelo en la capital.

    • No estoy de acuerdo en lo de que los compadores no elijan seguridad (aunque habrá de todo), el problema está en que para eso habrá que poder elegir primero. Estoy seguro que muchos si les dan a elegir entre un modelo con 0 estrellas y uno con 3 elegirian el de 3, ahora bien, si no pueden pagar el de 3 pues de poco les sirve.
      Por otro lado, decir que en mi opinión las estrellas EuroNCAP han perdido cierto valor. Y si bien hace unos años se buscaban modelos con 5* si o si, ahora mismo se percibe que con uno 3 estrellas es seguro, ya al final la 4* y 5* se dan sobre todo por equipamiento de serguridad activa que no siempre son percibidos como necesarios, mientras que a la hora de la protección frente a impactos pueden ser muy parecidos entre un 3*, 4* y 5*, pudiendose dar incluso que un 3* o 4* tenga mejor protección frente a impactos que un 4* o 5*.

    • Es inconcebible que en estos tiempos se consienta jugar con la seguridad de las personas de esta manera tan descarada. Como si los humanos tuviésemos diferente grosor de huesos según el continente donde hemos nacido, o diferente grosor de venas...

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