Hoy, amanece con un precio de la gasolina y del diésel estable con respecto a los últimos días. Si bien en la media nacional se aprecia una muy ligera bajada del precio, es ínfima, pues en muchos casos no llega ni a un céntimo el litro.
Esta tensión en los precios es una señal que alimenta las pésimas previsiones de cara a las próximas semanas. Todo apunta a que la subida generalizada en el precio de los carburantes será peor.
Aunque el precio del barril brent no es el único indicador que condiciona el precio del carburante, es una de las referencias clave, y hoy ya supera los 80 dólares, cotizando a 82 dólares.
Los efectos del recorte de 2 millones de barriles diarios en la producción de la alianza petrolera OPEP+ (liderada por Arabia Saudí y Rusia) que se produjo el pasado mes de noviembre no se han traducido en una clara subida del precio del petróleo y por tanto del precio de los carburantes.
A eso se añade la incertidumbre en torno al crecimiento chino y hace que los precios no suban más. China es el segundo consumidor mundial de petróleo y se enfrenta a su peor repunte de casos de Covid-19 desde que comenzó la pandemia, provocando un descenso en la demanda interior y en la actividad económica.
En cuanto al elevado precio del diésel, que por primera vez en varias décadas está por encima de la gasolina desde hace meses, se debe a la poca capacidad de refino europea combinada a la dependencia europea del diésel ruso, cuyas importaciones han cesado desde la invasión de Ucrania. Las exportaciones de diésel chino no consiguen apaciguar la demanda a pesar de alcanzar sus niveles más altos desde mayo de 2021.
Desde principios de diciembre de 2022, cuando entró en vigor el tope al precio del petróleo ruso mediante un acuerdo firmado por los 27 países de la Unión Europea, el G7 y Australia, el crudo ruso transportado por mar tiene un precio límite de 60 dólares por barril. Y desde entonces hemos visto cómo la referencia del precio del crudo ha ido cambiando, aunque para el consumidor europeo es una medida de alcance limitado, pues el petróleo ruso ya tenía un precio cercano al tope antes de aplicarse, con el barril de Ural (referencia rusa) cotizando en torno a los 58 dólares.
Además, en respuesta a esta medida, y con el objetivo de impulsar los precios, el pasado martes 27 de diciembre, Vladimir Putin firmó un decreto que prohíbe el suministro de crudo y productos petrolíferos derivados del mismo a las naciones que sigan esta medida a partir del 1 de febrero de 2023 y durante cinco meses. Eso es algo que en Europa no debería afectar, pues ya se aplica un embargo, aunque debido a la volatilidad del mercado del crudo, podría afectar tangencialmente al precio.
HOY | AYER | MÁXIMO | |
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GASOLINA 95 | 1,623 | 1,624 | 2,152 |
GASOLINA 98 | 1,791 | 1,792 | 2,311 |
GASÓLEO A | 1,682 | 1,683 | 2,106 |
GASÓLEO A+ | 1,778 | 1,779 | 2,199 |
GLP | 1,01 | 1,011 | 1,058 |
GNC | 1,772 | 1,773 | 3,339 |
La gasolina sin plomo de 95 se mantiene hoy en una media de 1,623 euros el litro. El diésel tampoco experimenta una notable variación con un precio medio de 1,682 euros el litro, la brecha entre ambos combustibles se mantiene en torno a los 6 céntimos el litro. Por su parte, la gasolina sin plomo de 98 se queda en torno a 1,791 euros el litro y el gasóleo A+ cuesta 1,778 euros el litro. El GLP ha ido bajando hasta los 1,010 euros el litro de media, mientras que el GNC se mantiene en torno a los 1,772 euros el litro de media.
Los precios medios que se muestran en la tabla corresponden a la Península y Baleares y no tienen aplicados los nuevos descuentos que ofrecen a sus clientes algunas gasolineras como Repsol, GALP, Cepsa, Shell o Disa para los primeros meses del año, ahora que ya no está vigente el descuento de los 20 céntimos del Gobierno.
Las ayudas del Gobierno que sí se mantienen de cara a 2023 son el descuento del 30 % en los abonos del transporte público (en aquellas comunidades que ya lo bonifican), así como los abonos gratuitos en trenes de media distancia y Cercanías o autobuses de larga distancia. En definitiva, medidas que alivian el bolsillo de los usuarios mientras impulsan el uso de los medios de transporte público frente al privado (coche, moto etc.).
Para aquellos que no tienen otro remedio que coger el coche, recomendamos como siempre buscar la gasolinera más barata que tengamos cerca o en nuestra ruta. La diferencia entre llenar el depósito en la estación de servicio más económica de la península o en la más cara es considerable: según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica, puede llegar a ser de 68 céntimos el litro menos en el caso de la gasolina y de 90 céntimos el litro en el caso del diésel.