El Gobierno ya había anunciado su intención de implantar el pago por uso en determinadas autovías que a día de hoy son 'gratis'. El modelo aún está por definir pero ya comienza a esbozarse el plan que tiene el Ministerio de Fomento: pagarán más los vehículos más contaminantes, por lo que entrará en juego el etiquetado medioambiental. También se baraja precio: entre 0,03 euros y 0,15 euros por kilómetro.
La fecha ya la conocíamos: 2020. Antes de que finalice su legislatura, el Ejecutivo socialista pretende establecer un nuevo modelo de financiación para las autovías. Algo que ya estuvo encima de la mesa de los populares, pero que no se atrevieron a llevar a cabo por el alto precio que supondría en las urnas.
Mantener las carreteras cuesta a las arcas del Estado 11.000 millones de euros al año y la única manera de asumir dicho coste, según defiende el Gobierno, es contar con una vía estable de financiación, como ya hiciera Portugal hace unos años.
Menos de seis meses para desarrollar el proyecto
Según han confirmado fuentes de Fomento a El Confidencial, el ministerio ya ha creado una subcomisión en el Congreso para dar forma a este modelo definitivo de tarificación en las vías rápidas de alta capacidad. Dicha comisión está formada por miembros del propio Gobierno, así como por responsables autonómicos y concesionarias y otras empresas del sector.
Sus reuniones comenzarán en los primeros compases de 2019 y tendrán únicamente seis meses para mostrar sus conclusiones sobre el nuevo modelo de financiación de las carreteras estatales.
Resuelta la fecha, 2020, y quién se encargará de trazar las líneas maestras del plan, queda por conocer el cómo y el dónde. Según la información recogida en El Confidencial, ya podrían haberse marcado unas primeras pautas. Asimismo, la publicación confirma que los socialistas tienen el apoyo de una amplía mayoría de la Cámara Baja, por lo que pretenden tener preparado el proyecto "en poco más de un año".
Los vehículos contaminantes serán los que más paguen
Fomento ya ha dado a entender que no existirá una tarifa única, sino que ésta variará en función del distintivo medioambiental. Así, los precios que se barajan oscilan entre los 0,03 euros y de 0,15 euros por kilómetro. Recordemos que Seopan, patronal de concesionarias, ya había propuesto en su momento que la tasa fuera de tres céntimos.
La diferencia entre ambas tarifas es notable: recorrer 100 kilómetros con la primera supondría 3 euros y con la segunda nada menos que 15 euros. Sin embargo, no queda claro si es una mera horquilla o estamos hablando de mínima y máxima.
La intención del Gobierno es penalizar a los vehículos más contaminantes, es decir, los que carecen de etiqueta medioambiental. Estaríamos hablando por tanto de los gasolina anteriores al año 2000 y de los diésel anteriores a 2006: éstos serán los que más paguen por usar las autovías.
Unos 3.000 kilómetros de autovías pasarán a ser de pago
Por otro lado, la idea que tiene el Ejecutivo, es implementar el control electrónico sin barreras, mirándose de nuevo en el espejo de nuestro vecino ibérico. Este sistema se basa en la ubicación de cámaras de control en los pórticos ya existentes: dichos dispositivos van leyendo matrículas, cobrando automáticamente el coste en la cuenta bancaria del conductor.
¿Y qué inversión supondría este método de control? Pues se estima que unos 700 millones de euros, los cuales, serán rápidamente amortizados una vez se ponga en marcha el pago por uso en las autovías. Sobre todo si hablamos de una tarifa máxima de 0,15 euros por kilómetro...
En cuánto a qué autovías pasarán a ser de pago, no lo serán todas. Las autovías dependientes del Estado comprenden 11.249 kilómetros según la Asociación Española de la Carretera (AEC), de los mismos, únicamente 3.000 serán las que pasarán a cobrar por uso, aunque la intención es que lo hagan las más utilizadas por los conductores, estando las radiales en las quinielas.