La creación de Stellantis, la fusión entre el grupo PSA y FCA, está a punto de formalizarse creando así el cuarto fabricante mundial de automóviles. En Europa, curiosamente, esta situación beneficiará a Toyota. En efecto, el gigante japonés, cuyas furgonetas ligeras, Toyota Proace y Proace City, derivadas de las del grupo PSA se fabrican aquí, verá la producción adjudicada a sus versiones incrementada de forma notable.
Durante un breve periodo tiempo, al fusión entre los dos grupos estuvo comprometida ante una posible negativa de la Unión Europea por ver un riesgo de oligopolio en el sector de los industriales ligeros.
Una posición dominante en Francia e Italia
Una de las ramas con mayor margen de beneficio para PSA es la de los vehículos industriales ligeros, las furgonetas. Tras la compra de Opel en 2017, PSA ocupaba en 2019 el 25 % del mercado. Y si añadimos la cuota de mercado de FCA a la del Grupo PSA, se alcanzaría el 34 %, según datos de 2019. Renault y Ford tenían cada un 16 % de cuota de mercado. A priori, un 34 % no es suficiente para que se pueda considerar que haya un riesgo de oligopolio.
Sin embargo fueron las cuotas de mercado en sus respectivos países, Francia e Italia, que son dos de los cuatro mercados más grandes de la UE, lo que inquietó a la Unión Europea . Así, la combinación de PSA y FCA tendría una cuota de mercado del 45 %, mientras que en Italia, esa cifra subiría hasta el 48 %. Y cualquier cuota de mercado superior al 40 % es suficiente para despertar el interés de la Comisión Europea.
A finales del pasado mes de septiembre PSA presentó una solución a Europa que pasa por aumentar la capacidad de producción de las furgonetas Toyota en su empresa conjunta de furgonetas, y a precios de coste. PSA fabrica la Toyota Proace en el norte de Francia, cerca de Valenciennes, y la Proace City, en Vigo.
Más producción para Vigo
En este tipo de acuerdos, en el que una marca le fabrica un vehículo a otra marca rival, fuera de un mismo grupo, el que fabrica siempre tiene una posición dominante definida por contrato. Es decir, el grupo PSA siempre va a fabricar más furgonetas para sus marcas que para Toyota. En este caso, el ratio entre furgonetas PSA y Toyota es secreto. Pero nos podemos hacer una idea, por ejemplo, en el caso del Proace City de la dominación de PSA.
Toyota tenía previsto 35.000 unidades de la Proace City, mientras que el patito feo a nivel furgonetas del grupo PSA, Opel, tiene adjudicado 45.000 unidades del Opel Combo. Y todo en una fábrica de Vigo que produjo 406.000 coche en 2019, entre los Citroën Berlingo, Peugeot Rifter, Citroën C-Elysée, Peugeot 301 y C4 Spacetourer. Es decir, a Toyota le había tocado migas. Ahora, con el incremento de producción acordado, la fábrica de Vigo podría verse beneficiada por este acuerdo.
La propuesta del grupo francés ha sido potenciar la fabricación de los furgonetas de Toyota para disipar las preocupaciones antimonopolio de la la UE. Además, los dos grupos permitirán que sus concesionarios puedan reparar y encargarse del mantenimiento de marcas rivales. Y es que por muy extraño que nos parezca, en ocasiones, un concesionario de una marca no puede ocuparse del vehículo de una marca rival si quiere seguir teniendo dicha concesión. Ahora, los concesionarios de Stellantis podrán hacerlo en el caso.
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