La creciente demanda y las -eternas- tensiones entre EEUU y China están haciendo sudar aún más la gota gorda a la industria tecnológica y a la automotriz debido a las tierras raras.
Los precios de minerales como el praseodimio y el neodimio, esenciales para fabricar los imanes permanentes usados en los motores de los coches eléctricos y las baterías, están subiendo.
Una tendencia que no tiene pinta de revertirse
Según explica la cabecera asiática Nikkei, el precio de la aleación praseodimio-neodimio, que usan para fabricar los altavoces Alexa de Amazon o los portátiles Lenovo, se ha duplicado desde junio del año pasado a alrededor de 117.300 dólares la tonelada en agosto.
El hecho de que las materias primas se vuelvan tan caras reduce el margen bruto de los fabricantes pero también encarece los precios para el consumidor y reduce la oferta.
En China no creen que esta tendencia se revierta pronto, lo que afectará no solo a la industria tecnológica; también a la automotriz, la médica e incluso la armamentística, pues los imanes permanente también se usan para fabricar munición.
Si bien el precio del neodimio se ha mantenido más o menos estable desde 2009 -a excepción de una brutal subida en 2011-, las previsiones apuntan a que en 2025 volverá a subir hasta los 77.500 dólares por tonelada métrica, de los 66.200 actuales de media.
En el caso del praseodominio, en 2025 se prevé que roce los 100.00 dólares la tonelada métrica, casi el doble que en la actualidad.
¿Por qué ocurre esto?
El principal productor de tierras raras es, hasta ahora, China, que tiene el monopolio de su producción y es además el único país que cuenta con una cadena de suministro completa de tierras raras.
Por su parte, EEUU importa el 80 % de sus necesidades de tierras raras de China.
Según datos recogidos por Nikkei, el año pasado controlaba el 55 % de la capacidad de producción global y el 85 % de la producción de refinación de elementos de tierras raras.
El praseodimio es un elemento metálico plateado suave, y pertenece al grupo de los lantánidos, formado por: lantano (que se utiliza en los catalizadores durante el proceso de refinado del petróleo), cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio.
A finales de julio China emitió una larga lista de demandas y quejas, acusando a EEUU de tratar de contener su desarrollo y de llevar una "política peligrosa", mientras que EEUU planteó sus preocupaciones sobre los derechos humanos y otros temas, e instó a la cooperación en asuntos como el cambio climático, Irán y Corea del Norte.
Las relaciones entre las dos potencias llegó a un punto casi de no retorno durante el mandato de Donald Trump, y ahora su predecesor intenta apaciguar las aguas y asegura que no quiere llegar a una Guerra Fría.
Pero ambos países siguen enfrentados en importantes esferas que incluyen tecnología, ciberseguridad y derechos humanos, y cualquier tensión en China se traduce en el resto de mercados y en una subida de precios a largo plazo.
De momento, China encuentra en estos minerales una importante moneda de cambio para negociar con Washington, como hizo en 2019: restricciones a la exportación, más supervisión, el establecimiento de un mecanismo de rastreo de estos minerales.
Las tierras raras han estado en el punto de mira desde que la Administración Trump pusiera en su lista negra a Huawei con el objetivo de debilitar a este importante rival en la carrera por desarrollar la tecnología 5G, la piedra angular de esta guerra.
A pesar de que los fabricantes ya están buscando alternativas a las tierras raras para fabricar sus motores eléctricos, según un estudio en 2018 el 93 % de todos los motores de coches eléctricos puros, híbridos e híbridos enchufables utilizaron imanes permanentes, pues son en general más ligeros, fuertes y más eficientes que los motores de inducción basados en bobinas de cobre.