Extremadura se ha blindado ante una posible fuga de recursos fuera de la comunidad; unos recursos extremadamente valiosos en el contexto actual, puesto que se trata de sus reservas de litio.
El Gobierno de la región lo ha hecho a través de un decreto-ley que establece que cualquier empresa que se niegue a transformar el litio en Extremadura, será expropiada. Una vez se apruebe este mismo mes, los beneficios deberán quedarse en la región.
El litio, un recurso de interés general
La Junta de Extremadura ha declarado de interés general este mineral clave para la fabricación de baterías, tanto de coches eléctricos como de cualquier dispositivo electrónico y para el almacenamiento energético.
Este decreto-ley busca evitar que los beneficios salgan de Extremadura, que obligará a las explotaciones mineras a aceptar que el litio se trate dentro de la comunidad.
Esto incluye la explotación, almacenamiento, preparación, concentración o beneficio de los yacimientos minerales y demás recursos geológicos regulados en la Ley de Minas, incluyendo las labores de rehabilitación de los espacios afectados por la actividad minera.
Aquellas que se nieguen no obtendrán el permiso de explotación y sus instalaciones saldrán a concurso.
Aquellas que sí acepten podrán beneficiarse de ayudas públicas y de un proceso burocrático más rápido.
Según explica eldiario.es, la Junta tiene 14 expedientes en tramitación, de los cuales seis son permisos de investigación que están resueltos, otros siete en trámite y hay ya un permiso de explotación, el de la mina de Cañaveral, el Cáceres.
Bajo la explotación de Lithium Iberia, incluye tanto la mina de litio en sí en el yacimiento en el paraje de Las Navas de Cañaveral, como dos plantas adyacentes para la transformación del mineral en carbonato e hidróxido de litio.
Se trata de una de las mayores reservas de litio de Europa: el ritmo de producción medio previsto por la compañía es de 2,3 millones de toneladas anuales de mineral y más de 30.000 toneladas anuales de hidróxido de litio.
Varias plataformas llevan tiempo expresando su rechazo al proyecto debido al impacto medioambiental que supondrá.
También en Cáceres se encuentra el segundo yacimiento de litio más grande del mundo: se ubica en la mina a cielo abierto de Valdeflórez, en el enclave natural de la Sierra de la Mosca y pertenece a la minera australiana Infinity Lithium.
Hace un año se anunció que la compañía manchega Phi4Tech, dedicada a la nanotecnología, será la encargada de levantar la primera fábrica de celdas para baterías de iones de litio del sur de Europa, y otra de cátodos, de momento sin novedades.