Resumen WRC 2013: Sébastien Ogier lidera la 'blitzkrieg' de Volkswagen

Sé que alguno puede considerar de mal gusto el título de este post, con el que abrimos nuestra serie resumen de la temporada 2013 del Mundial de Rallyes, pero mal que nos pese, creo que define a la perfección lo logrado por Sébastien Ogier, Julien Ingrassia y el equipo Volkswagen este año. Y además, está menos manido que el "Veni, vidi, vici".

Alguno objetará que, para empezar, se les escapó el Monte-Carlo. Para mí, fue su primer triunfo: Sébastien Ogier daba muestras más que evidentes de haber madurado durante su añito en el infierno al volante del Skoda Fabia S2000, olvidándose por completo de Sébastien Loeb y centrándose en acabar segundo por delante de quienes serían sus rivales a lo largo de todo el año. Lo que vino a continuación fue martillo pilón: Suecia, México y Portugal de forma incontestable. En Argentina es cierto que Ogier falló (ayudado en parte por los problemas en el freno de mano del Volkswagen Polo R WRC), pero de nuevo el segundo puesto por detrás de Sébastien Loeb era una victoria virtual, tanto como para poder permitirse el abandono en el Acrópolis. Total, siempre quedaba Jari-Matti Latvala para asegurar el triunfo de un Volkswagen, supuestas irregularidades técnicas mediante...

Claro que el toque de gracia vino en Finlandia, tras su triunfo en Cerdeña. El francés dio un recital en los tramos finlandeses y mucho me temo que anunció allí el larguísimo reinado que nos espera si Hyundai no da a Thierry Neuville un arma en condiciones. A fin de cuentas fue el único que compartió protagonismo con Ogier en la prueba de tierra más icónica del Mundial.

Por ello en parte creo, que como pasa en el Mundial de Fórmula 1, la superioridad del Volkswagen Polo R WRC este año ha tapado incluso el pedazo de año de Sébastien Ogier y Julien Ingrassia. Por supuesto que han cometido fallos (Alemania, que es el siguiente en orden cronológico, sin ir más lejos), pero uno no gana en Finlandia, siendo además foráneo y con dos compañeros de equipo nórdicos, simplemente por tener el mejor coche.

Tras el desliz de Alemania, Ogier e Ingrassia cerraron el año con otros cuatro triunfos, probablemente el más impactante de ellos siendo el del Catalunya tras remontar en tierra lo perdido con un pinchazo. Pero más destacable si cabe es ver que Jari-Matti Latvala reapareció en esta recta final de la temporada marcando tiempos razonablemente cercanos a los de la pareja gala y dando alguna esperanza a los aficionados de ver algo de guerra en 2014.

Porque seamos realistas: el año de Latvala está muy lejos de lo que nos gustaría ver de un piloto al que le presumíamos tanto talento como al finlandés. Entre problemas de adaptación, errores y problemas no apareció hasta Portugal, se encontró con el triunfo en el Acrópolis y no pareció poder toser a su jefe de filas hasta los dos últimos rallyes de la temporada. Nos queda la duda de si eso es real o fue puro espejismo. Crucemos los dedos para que sea lo primero.

El que no parece si viene o va es Andreas Mikkelsen. ¿De verdad ha hecho algo mínimamente destacable con el tercer Polo R WRC oficial en todo el año? Su mejor resultado fue el cuarto puesto del Acrópolis, a cuatro minutos de Latvala, y en la primera ocasión en que parecía poder luchar por un podio, en Gales, se encargó él solito de pifiarla con dos trompos en la última etapa, cayendo a la quinta posición. Suerte tiene de que Sepp Wiegand o Esapekka Lappi no hayan hecho nada de nada este año.

Y puede que sea crudo en mis comentarios referidos a Latvala y Mikkelsen, pero están basados en la impresión de que el Volkswagen Polo R WRC es un gran coche: no ha dado problemas de fiabilidad propios de un debutante y encima se ha mostrado rápido desde el primer rally. Ante eso, la escasa preparación de la que hayan podido disfrutar frente al año sabático de Sébastien Ogier no sé hasta qué punto sirve de justificación. 2014 servirá para quitar caretas, pero mientras, que corra el champán en Wolfsburgo: la cuenta corre a cargo de Jost Capito.