Fin de semana negro para Renault y sus equipos. En especial para el equipo que jugaba en casa, Red Bull, que veía como la octava plaza de Daniel Ricciardo era lo mejor a lo que podían optar, mientras que Sebastian Vettel tenía que abandonar por problemas de motor después de la mala sesión de clasificación del sábado. Según reconocía la marca gala, un fallo inexplicable relacionado con el mapa motor hizo que el coche del alemán perdiera potencia y tuviera que tomar el camino hacia la retirada.
Tras la pobre imagen dejada por el equipo, Christian Horner reconocía que el actual desempeño de los propulsores Energy F1 de Renault es completamente inaceptable. Unas declaraciones que vienen precisamente en la que se suponía que iba a ser la prueba de fuego para la firma del rombo ante la posibilidad de que Red Bull busque un nuevo suministrador de motores con el que comenzar la estrecha colaboración que exige la escudería dominadora de las últimas cuatro temporada.
Es frustrante que estemos en esta situación. Obviamente hemos tenido mucho éxito con Renault. Hemos ganado todas las carreras y todos los campeonatos con los motores Renault, pero la situación no está mejorando en este momento. La fiabilidad es inaceptable, el rendimiento es inaceptable. Es necesario que haya un cambio en Renault. Esto no puede continuar así.
A su vez, Horner admitía que no habrá un cambio de motorista al menos para la próxima temporada, pero que quieren estar luchando por las victorias en 2015 y que para ello necesitan la colaboración de Renault. Precisamente, las declaraciones del jefe de la escudería concuerda con las de Jean-Michel Jalinier, que confirmaba a Speed Week que el contrato que une a ambas partes es hasta finales de 2016, en las que también decía que el propulsor de 2015 será más una evolución que una revolución.
Vía | Racer
