Sin duda alguna, el bajo rendimiento de los Mercedes en Singapur ha sido no sólo uno de los temas de debate del fin de semana, sino uno de los misterios de más compleja resolución de lo que llevamos de temporada. No es de extrañar que ni los propios ingenieros de Mercedes hayan encontrado todavía a estas alturas una respuesta convincente al por qué los Mercedes no corrían en Singapur.
Lo que está bastante claro es que el problema de Mercedes no respondía a un mal comportamiento del monoplaza. Tanto Hamilton como Rosberg manifestaron estar satisfechos con el balance del coche y su comportamiento en general. El Mercedes en Singapur era un coche equilibrado y dócil. Pero por alguna extraña razón, simplemente no iba tan rápido como otros debido a una falta de grip global.
Es cierto que todos esperaban que las diferencias con Mercedes se redujeran en un trazado de las características de Singapur y donde los puntos fuertes de la escudería dominante, su motor y su paso por curva rápida, iban a verse menguados. Ya sucedió en 2014, pero nadie hubiera apostado por ver a los Mercedes a más de 1 segundo del ritmo de los Ferrari o los Red Bull. Eso no entraba en ningún plan.
Los neumáticos en el punto de mira
Parece lógico apuntar a las nuevas restricciones en cuanto a la configuración de presiones que Pirelli lleva imponiendo desde Monza, tras los problemas con los neumáticos encontrados en Spa. Mercedes fueron los únicos monoplazas que salieron a la carrera de Monza con una presión por debajo de la mínima impuesta por Pirelli, y el propio Hamilton señaló a los neumáticos como el gran problema encontrado en Singapur: simplemente, no había manera de hacerlos funcionar adecuadamente.
Pero semejante bajón de rendimiento no parece explicarse únicamente por una cuestión de tener que subir presiones 1 o 2 psi. En Singapur, el posible déficit de rendimiento debido a los requisitos de Pirelli puede haberse visto acusado por el uso del neumático superblando, uno de los más complejos de utilizar por disponer de una ventana operativa de temperaturas muy estrecha y además por ser muy fáciles de sobrecalentar. Un neumático que, por otra parte, Red Bull y Ferrari han demostrado saber manejar mucho mejor que Mercedes en ocasiones anteriores.
No debería repetirse en Suzuka
En definitiva, parece que en Singapur se dieron encuentro una suma de diversos factores que llevaron a Mercedes a no ser capaces de hacer funcionar los neumáticos, por muchos giros que le dieron al setup de sus monoplazas.
Aparentemente, no debería repetirse en lo que queda de campeonato, pero de todos modos, y teniendo además en cuenta los problemas de fiabilidad que están teniendo con el nuevo motor, puede que las distancias se acorten lo suficiente como para ver un final de temporada con algo más de emoción en la lucha por las victorias. Habrá que estar muy atentos en Suzuka el fin de semana próximo.