Si la calidad de un libro es inversamente proporcional a los días que uno tarda en devorar cada una de sus páginas, o este “Passió per la F1” de Josep Lluís Merlos es un libro verdaderamente interesante y recomendable, o me han vendido una versión con menos páginas.
También tengo que aclarar que uno saborea con especial intensidad las batallitas de “abuelo cebolleta” que sólo son capaces de transmitirnos profesionales de la talla de los Carlos Castellá, Javier del Arco o similares. Y no es precisamente una cuestión de edad, sino de experiencias vividas. En el caso de Merlos, cierro el libro con la idea clara de que debe tener inevitablemente adherido a su piel el olor a gasolina y goma quemada resultado de sus más de 30 años en el mundo del motor. Ahí es nada.
El libro empieza tocando la fibra, como no podía ser de otro modo cuando uno se remonta a los orígenes de una pasión. Si la narración de esa primera vez en la que el autor vio pasar ante sus ojos un Fórmula 1 – y además en Montjuïc, nada menos – no te llega, es que realmente no hay pasión detrás de tu interés por el deporte (que también es una opción válida y respetable, ojo). Siempre envidio – sanamente – la magia que envuelve el inolvidable momento de presenciar por primera vez un F1 cuando me lo explican, pero si además es en un circuito de mi ciudad en el que jamás veré una carrera de Fórmula 1, pues no os quiero ni contar…
Pero esa es sólo la anécdota que da el pistoletazo de salida a un sinfín de vivencias de primerísima mano que han acompañado la larga y prematura trayectoria profesional de todo un gurú periodístico de esto del motor como es Josep Lluís Merlos. Me gustaría remarcar en este punto lo de gurú. Noto en diversos puntos del libro un cierto resquemor por la aparición repentina de tropecientos especialistas de Fórmula 1. Lo justifico y me sumo al resquemor. Añado que incluso algunos de estos “recién llegados” se jactan de ser de los que más saben de Fórmula 1 de todo el país. Me parece una auténtica burla a la carrera de gente que lleva en esto desde que la Fórmula 1 era un aburrimiento residual, y quien dude de esta afirmación, no tiene más que leerse el libro de Merlos, para ver cómo cuando Fernando Alonso era todavía un renacuajo, el autor y otros pocos ya se ganaban la vida de circuito en circuito.
No quiero perderme sin embargo en este tipo de efectos colaterales le da muy bien analizada en el libro Alonsomanía que ha cambiado, esperemos que para mucho tiempo, el periodismo del motorsport en nuestro país. Los capítulos en los que habla de Pedro De La Rosa, Marc Gené, el propio Fernando Alonso o Jaime Alguersuari, me han parecido de lo más interesantes. ¿Por qué? Pues porque me explican cosas que en su mayor parte no sabía, y que fotografían a esos pilotos desde unos ángulos desde los que normalmente no dispara nadie.
También es especialmente fascinante el análisis desde el punto de vista dual de un profesional del motor y a la vez padre de piloto del mundillo del karting. Todas sus bondades, y, cómo no, todas sus maldades y perversiones. Sin medias verdades. Como también son interesantísimos los capítulos que detallan el nacimiento del Circuit de Catalunya, el final de Montjuïc, las historias de los derechos televisivos, y todos y cada uno de los capítulos incluidos en el libro.
Sin embargo, para mí lo que más valor tiene de este libro es la claridad, contundencia y valentía con la que Merlos trata todos los asuntos que envuelven a la Fórmula 1 y sus mundos paralelos. Es de agradecer que no se limite a explicarnos los hechos como si de un historiador se tratara, sino que se implique y se moje en todo lo que le apetezca hacerlo. Eso no tiene precio viniendo de alguien con criterio y tantas aventuras a sus espaldas.
Finalmente, el libro me aclara uno de los episodios televisivos para los que todavía no tenía respuesta: su marcha de TV3. Recuerdo perfectamente como en el primer GP celebrado en el Circuit de Catalunya tras la “desaparición” de Merlos, una pancarta rezaba un “¿TV3, dónde está Merlos?”. Esa pregunta por fin ha encontrado respuesta. Y por suerte, desde ya hace un par de temporadas, también ha encontrado redención. Y que dure.
PD: De momento, el libro sólo está disponible en catalán, y sin previsiones de que se traduzca al castellano. Creo que alguien tendría que hacer un esfuerzo por que ningún aficionado a la Fórmula 1 en toda España se perdiera lo mucho que se dice en este interesante libro. Y si no, pues tiraré de clásico: el catalán se entiende fácil, así que si os interesa la temática, ¡que el idioma no sea una barrera!