Supongo que ninguno de nosotros esperaba a estas alturas otra cosa en Corea que no fuera una nueva victoria de Sebastian Vettel. El alemán, además, lo hizo a lo grande, con su segundo Grand Chelem consecutivo, y firmando una actuación que, aunque no fue tan exageradamente impresionante como en Singapur, le fue más que suficiente para ganar sin problemas. Sólo falta saber dónde se proclamará tetracampeón del mundo.
Pero más allá de una nueva victoria de Vettel, lo que seguramente nos quedará a todos en la retina cuando recordemos este Gran Premio de Corea de 2013, será la soberbia carrera a la defensiva de Nico Hulkenberg. La extraordinaria actuación de Nico se fundamentó en algo que, pese a parecer sencillo, nunca lo es: potenciar al extremo tus puntos fuertes, y minimizar los débiles. Y Nico lo hizo extraordinariamente bien, pese a sentir la siempre agobiante presión de, nada más y nada menos, pilotazos de la talla de Lewis Hamilton o Fernando Alonso.
Gran carrera de Nico Hulkenberg
Era muy evidente que el Sauber disponía de una tracción y una velocidad punta por encima de la media en el trazado de Yeongam. No es casualidad, pues así se planeó la estrategia de carrera, y para eso empiezan los Grandes Premios el viernes. Ciertamente, la carrera iba a consistir, en buena medida para todos los pilotos, una carrera de gestión de, sobre todo, la goma delantera derecha, que sufría significativamente en este trazado. En Sauber, tenían muy claro que ese era el factor a controlar, y Hulkenberg ejecutó a la perfección lo que después él mismo explicó con una frase que define a la perfección su carrera: “fuimos rápidos en los puntos importantes”.
Así de sencilla resulta a veces la Fórmula 1. El Sauber era extremadamente rápido en el primer sector, el de las largas rectas, explotando su tracción y velocidad puntas, y después debía firmar un ritmo inferior en los más revirados sectores 2 y 3, controlando en todo momento que el neumático delantero derecho no se viera afectado en exceso. Pero claro, hacer eso con Fernando Alonso o Lewis Hamilton intentando robarte cualquier mínimo hueco que se te ocurra insinuar, es algo únicamente al alcance de unas manos tan privilegiadas como las de Nico Hulkenberg.
Pero me gustaría apuntar, antes de cerrar el capítulo Hulkenberg, que hay dos cosas fundamentales a destacar en su actuación. La primera, que es el propio Hulkenberg quien se genera la oportunidad de hacer algo grande en la carrera con una estupenda salida cogiendo el exterior de la curva 1 y saltando de la 7ª a la 5ª posición. Y luego, y no menos importante, logra aprovechar la oportunidad que él mismo se genera, cosa que en muchas ocasiones es donde suelen fracasar los pilotos con coches de mitad de tabla.
Buena estrategia de Raikkonen, mala de Hamilton
La otra gran carrera, desde mi punto de vista, la firma Romain Grosjean. Es cierto que finalizó tercero detrás de su compañero de equipo, pero la realidad es que el francés fue el único piloto que, hasta la salida del Safety Car, aguantó el tipo a Sebastian Vettel en lo que a ritmo se refiere (aunque creo que el alemán se dedicó simplemente a gestionar el gap). Grosjean se está creyendo que puede liderar el proyecto de Lotus para 2014, y eso se está notando mucho en sus últimas actuaciones.
El doblete de Lotus detrás de Vettel en el pódium lo encabezó, no obstante, Kimi Raikkonen. Esa segunda posición del finlandés se debió, por una parte, a una extraordinaria estrategia de Lotus ordenando parar a Kimi antes que nadie (vuelta 25) para su segundo pit stop, y evitando así el trenecito que estaba formando Nico Hulkenberg. Ningún otro fue capaz de pensar en esa jugada, quizás por el miedo a no poder alargar el último stint de gomas hasta el final de carrera, cosa que Lotus parece gestionar mucho mejor. Al final, Kimi entró a boxes cuando rodaba en 7ª posición, y se vio encaramado a la 3ª plaza cuando el resto hizo su parada. Jugada maestra, sin lugar a dudas.
También tuvo mucho que decir en su segunda posición final la salida del Safety Car. Cuando la distancia con Grosjean hubiera sido difícilmente neutralizable para un Raikkonen que nuevamente se mostró dubitativo en el inicio de carrera, el Safety permitió que Kimi se enganchara a Romain, y en una de las resalidas pudo adelantarlo con una gran maniobra culminada en una fuerte frenada. Sin el safety, Kimi solo hubiera podido ser tercero.
Me gustaría también resaltar el error estratégico cometido con Lewis Hamilton, que le costó el pódium al piloto británico. Ya no es únicamente el hecho de alargar en exceso su segunda y última parada pese a tener un ritmo a todas luces deficiente, pues es comprensible si se quería conservar a toda costa la estrategia a 2 paradas.
El verdadero problema, y sorprendente estando Ross Brawn en el muro de Mercedes, es que jugándose la tercera plaza con Raikkonen, no se diera orden inmediata a Rosberg de dejar pasar a Hamilton en cuanto se le descolgó el alerón, y no solo eso, sino que Lewis tuvo que dar una vuelta entera al circuito ya que Nico debía entrar antes a reparar su morro. El resultado: Hamilton perdió la tercera plaza en manos de Raikkonen, y al quedar enganchado justo delante de Hulkenberg, le costó también perder la 4ª, pues en la resalida la punta del Sauber se impuso, y luego ya no tuvo forma de volver a robarle esa posición.
Sin olvidar la vergonzosa delaminación del neumático de Sergio Pérez (mejor no entrar con este asunto) ni el mal ritmo de carrera del Ferrari de Fernando Alonso, nos leemos después del Gran Premio de Japón por aquí, o durante la espera en mi twitter (@smarcusf1).