La primera de las 5 batallas por el tricampeonato se saldó el domingo con una incontestable victoria de Sebastian Vettel , que encadena tres consecutivas en el momento clave del campeonato. Este sprint final recuerda cada vez más al de la temporada 2010, con la gran diferencia de que a falta de 4 carreras, en 2010 Vettel estaba a 21 puntos del liderato, y este año ya lo tiene en sus manos, con un colchón de 6 puntos sobre Fernando Alonso.
Como el propio Alonso ha declarado, 6 puntos no son nada. Y realmente, no lo son. Lo que hoy por hoy aleja a Fernando del título no son esos 6 puntos, es la diferencia que existe entre su Ferrari y el Red Bull de Sebastian Vettel, que lleva dos carreras ganando sin haber tenido que exprimir al máximo el potencial de su monoplaza. Alonso está contra las cuerdas. O las mejoras que Ferrari introducirá en India funcionan y le permiten seguir disputando este combate, o esto será un KO técnico (nunca mejor dicho) en toda regla.
Cabe decir en este punto, que suerte están teniendo Ferrari y Alonso del desastre en el que se está convirtiendo este 2012 para McLaren, en una temporada que se inició con porras sobre cuántos dobletes conseguirían este año. No sé adivinar los motivos con exactitud, pero lo cierto es que esta McLaren es irreconocible. La mayoría señalábamos a los de Woking como los más que posibles jueces de este Mundial, y de momento están figurando únicamente como testigos.
En esta carrera, ya vimos lo que le duró a Button su apuesta de salir con las gomas blandas (no es culpa de McLaren, por supuesto), y sobre lo que sufrió Lewis Hamilton, mejor no hablar. Y eso que justo antes de empezar a tener problemas serios, estuvo a una décima de entrar en distancia de DRS para atacar a Alonso. Pese a todo, a falta de barra estabilizadora trasera en condiciones, le puso su ya habitual carácter (por no usar un lenguaje más soez), y aún rodando mucho más lento que el resto, protagonizó bonitas luchas defensivas en inferioridad de condiciones. Su estado de ánimo al finalizar la carrera resume a la perfección su temporada.
Pero si este fin de semana ha habido un aspecto cuanto menos curioso, ese ha sido, sin duda, el ritmo mostrado durante toda la carrera por Felipe Massa, claramente superior al del propio Fernando Alonso. En este punto, el debate da para muchas conjeturas y suposiciones que expliquen semejante desajuste, pero creo que en esta ocasión no hay que rizar el rizo y no se puede negar lo evidente: Massa fue mejor que Alonso en Corea. Hay quien habla de diferente gestión de gomas, pero no lo compro, ya que en el segundo stint, Massa entra antes que Alonso, y con esas gomas es capaz de marcar un ritmo claramente superior al final del stint. Por no hablar del último relevo, en el que hasta que no paran a Massa, también venía mucho más rápido que Fernando. En mi opinión, Massa tenía ritmo para hacer segundo en Corea, pero eso nunca lo podremos saber, porque Felipe desaparece en el momento que Smedley le ordena, creo que con buen criterio, faltaría más, que se mantenga a 2-3 segundos de Fernando.
Por lo que respecta a Fernando Alonso, su lucha con Mark Webber se convirtió en un juego de gestión de gomas que no condujo a nada. Sinceramente, viendo el ritmo de Alonso en relación a Massa en el segundo stint, y al entrar Webber tan pronto a poner su último juego de blandas, pensaba que la estrategia de Ferrari sería alargar esas gomas que parecía que tan bien estaba cuidando Fernando, para poder hacer un último relevo más corto apretando las tuercas a un Webber que podría cargarse sus más desgastadas gomas. Pero eso no ocurrió, y muchos ya sabéis qué pienso en estas situaciones: no hay nada peor que no intentarlo, especialmente en esta carrera en la que Massa sí era un buen escudero para guardar las espaldas de Alonso.
Lo que cada vez parece más claro es que la victoria de Lotus en 2012 no va a llegar. Los escapes con efecto Coanda no aportaron esas décimas de diferencia que le faltan a ese coche para luchar por victorias, y Kimi Raikkonen cumplió sin más con su papel este año, que parece relegado a ir sumando puntos sin más, y pescar podiums cuando la ocasión lo permita. Insisto que para mí no es candidato al título desde hace ya muchas carreras.
Es justo reconocer el extraordinario resultado obtenido por la escudería Toro Rosso en una carrera que, saliendo desde la 16ª y 21ª posición de parrilla, se planteaba ciertamente complicada. No tiraron de una estrategia – suicida en este circuito – a 1 parada para remontar posiciones, sino que fundamentaron su éxito en un buen ritmo de carrera y unas grandes actuaciones individuales tanto de Vergne como de Ricciardo. Entre los dos escalaron 20 posiciones en carrera, dejando atrás a pilotos de Mercedes, Force India, Williams o Sauber. Con quien no pudieron es con Nico Hulkenberg, que consiguió una muy meritoria 6ª posición colándose entre los 2 Lotus. El alemán está protagonizando una temporada de menos a más que no debe pasar inadvertida.
Por finalizar, y viendo como puede ir la cosa en lo que queda de temporada, me gustaría que dejara de ponerse en duda la calidad de Sebastian Vettel como piloto. Señalar ahora al coche cuando el alemán está pilotando a un nivel tan alto desde las primeras carreras, en las que el título parecía muy cuesta arriba, es engañarse a uno mismo. Y, sobre todo, que nadie olvide que cuanto mejores son nuestros rivales, más grandes son nuestros triunfos. Quien gane este título será un Campeón con mayúsculas. Se llame Fernando, o se llame Sebastian.
En quince días descubriremos que nos depara el bonito trazado de la India. Nos leemos por aquí después de India, o durante la espera en mi twitter (@smarcusf1).