A grandes rasgos, podría decirse que la carrera disputada el pasado domingo en el trazado de Shanghai fue una verdadera lucha de ritmos como no habíamos visto todavía esta temporada. Vamos, lo que muchos ya hemos bautizado con el concepto “carrera de live timming”, de esas en las que el foco de atención está más fijado en la tabla de tiempos que en las propias imágenes de televisión.
Al final la victoria se la llevó nuevamente Lewis Hamilton, aunque esta vez sin ninguna oposición por parte de su compañero de equipo, que hoy por hoy es el único capaz de disputarle las victorias. Nos guste o no, los Mercedes siguen estando a demasiada distancia, a pesar de los más que evidentes avances de Red Bull y Ferrari. Nueve de las diez vueltas más rápidas de la carrera llevan la firma de Hamilton o Rosberg, los dos pilotos que han liderado entre ellos el 100% de las vueltas de los 4 primeros Grandes Premios. Esto va a ritmo de McLaren 1988.
Quizás los problemas que sufrió Nico Rosberg en China no permitan sacar demasiadas conclusiones de la superioridad que mostró Hamilton en esta carrera, pero cada vez debería dar más miedo el estado de gracia del británico. A su ya habitual agresividad (en el sentido positivo del término) y velocidad, se le están sumando multitud de factores de madurez como la gestión de gomas, consumo y mecánica, los únicos puntos en los que Rosberg quizás podría sentirse en igualdad de condiciones para disputarle el título a Lewis. Si Hamilton mantiene este nivel, Rosberg no podrá hacer nada para detenerlo.
Fernando Alonso: carrerón y pódium
Hamilton al margen, la gran estrella de esta carrera fue sin lugar a dudas Fernando Alonso. Desde el viernes mostró credenciales para por lo menos intentar luchar por el pódium, y ya deberíamos saber de sobras que cuando Alonso tiene un coche con la más mínima posibilidad de hacer un resultado, él pone todo y más para acabar consiguiéndolo.
Quitando el primer stint con los blandos, en el que todos los pilotos sufrieron los esperados problemas con el graining en las gomas delanteras, los otros dos stints de Alonso con los medios son de libro, con un toque de maestría y clase en el último de ellos. Para empezar, su primera parada adelantada ligeramente a lo que la lógica determina óptimo para ir a 2 paradas, le permitió conseguir una posición de pista adecuada para marcar el ritmo que su Ferrari le permitiera. Y cuando se trata de marcar ritmos, Alonso es prácticamente insuperable en esa faceta.
En ese stint de 22 vueltas con el compuesto medio, Alonso rueda prácticamente todas en 1:43, marcando un ritmo constante que presagia la posibilidad real de pisar pódium de una vez por todas. Las que no rueda en 1:43 son precisamente las últimas 3 vueltas, en las que se empiezan a ver el 1:44, y en Ferrari deciden meterlo a boxes para hacer su última parada e iniciar el que será un último stint para guardar bien grabado en la memoria.
Las primeras vueltas de ese stint son algo preocupantes pensando en las opciones de pódium. Alonso rueda sus 9 primeras vueltas de esas gomas en tiempos entre el 1:42.5 y el 1:43, cuando desde la vuelta 39, Ricciardo viene recortándole del orden de 7 décimas por vuelta, que proyectadas a las vueltas que quedaban para finalizar la carrera, auguraban una lucha cuerpo a cuerpo por la tercera plaza entre los dos pilotos.
Pero en la vuelta 44, Alonso destapa sus cartas: simplemente estaba cuidando esas gomas medias que debían llevarle hasta la bandera a cuadros. Alonso rueda en tiempos entre 1:42 y 1:42.5 entre las vueltas 44 y 50 (7 vueltas). Apenas pierde en estas vueltas 2 décimas con Ricciardo, incluso mejorando sus tiempos en alguna vuelta. Alonso pasa de perder 3,5 segundos en 5 vueltas a limitar su pérdida con Ricciardo a 1,3 segundos en esas 7 vueltas en las que decide apretar algo más sus gomas.
Las últimas 6 vueltas de la carrera, con una distancia de 4,5 segundos entre él y Ricciardo, el de Ferrari se dedica a gestionar la distancia sin desgastar excesivamente las gomas. Aunque al final entraran a 1,2 segundos por meta, hay que tener en cuenta que la última vuelta que marca Alonso es un 1:43.835, 1 segundo más lento de lo que venía rodando en las vueltas anteriores. Otro dato delatador del diferente planteamiento de ese último stint: Ricciardo marca su vuelta rápida nada más salir de boxes, en la vuelta 39, mientras Alonso lo hace en la vuelta 48, con 15 vueltas ya en sus gomas.
Hay quien dice que si Vettel hubiera dejado pasar antes a Ricciardo cuando se lo ordenaron desde el muro, Ricciardo hubiera cazado a Alonso. Yo creo que en absoluto, pues la sensación de control de Fernando fue tal, que seguro que si hubiera necesitado apretar 1 o 2 vueltas más lo hubiera hecho sin problemas. En cualquier caso, preciosa lucha que nos depararon Ricciardo y Alonso. Una lucha de tiempos de esas que tanto nos gustan, aunque no sean tan “televisivas”.
¿Qué pasa con Vettel y Raikkonen?
Respecto a Sebastian Vettel, es más que evidente que le está costando más de lo esperado adaptar su conducción a esta nueva era sin difusores soplados. Esa era su gran arma en su época de dominio, y tendrá que aprender a vivir sin ello. No me cabe ninguna duda que volverá a un nivel alto, aunque no tengo tan claro que vuelva a disfrutar del dominio absoluto del que gozó en ese perfecto binomio que formó con su Red Bull. Ricciardo está cumpliendo a la perfección y sorprendiendo muy gratamente, pero considero que Vettel lo superará regularmente en cuanto encuentre lo que ahora mismo le falta. Será muy interesante seguir su progresión.
Tampoco está nada a gusto Kimi Raikkonen. De las 56 vueltas de carrera, solo logró ser más rápido que Alonso en 4 giros. De todas las parejas de pilotos, es el peor dato. El repaso que le pegó Alonso en China fue doloroso. Kimi apunta a su estilo de conducción y las frías temperaturas. Sea lo que sea, está rindiendo muy por debajo de lo que se esperaba de él, y sus particularidades y sensibilidad con los reglajes, no creo que favorezcan una rápida adaptación del finlandés.
Sé que se quedan en el tintero muchas cosas de este Gran Premio, como el banderazo “anticipado” que por suerte no acarreó mayores cambios en la clasificación final. La siguiente carrera es la de casa, y allí estaremos para disfrutar de esta nueva Fórmula 1 en vivo. En Montmeló llegarán los primeros grandes paquetes de desarrollo (y alguna especificación B), así que veremos cómo sigue la película de esta temporada. Nos leemos después de Montmeló por aquí, o durante la espera (¡3 semanas!) en mi twitter (@smarcusf1).