La espera tras el carrerón de Malasia se hizo larga, pero valió la pena. China volvió a regalarnos una carrera preciosa, probablemente una de las más bonitas a nivel de lucha directa de las que recuerdo en estos últimos años. Algo de culpa debe tener el trazado chino, pues ningún otro circuito del calendario tiene el privilegio de haber disfrutado de ocho vencedores distintos en las nueve ediciones que ya se llevan disputadas en este tilkódromo.
Confieso que en las últimas vueltas me olvidé por completo de Twitter y de Live Timming, y me concentré exclusivamente en disfrutar del lujo de pelotón que nos había regalado la particularidad estratégica de la pista china. A excepción de Rosberg, el resto de pilotos en los puntos estaba inmerso en un “todos contra todos” al más puro estilo de las primeras vueltas de una carrera de GP2. Seguimos superándonos en espectáculo carrera tras carrera, y eso es una estupenda noticia para todos.
Pero aún hay mejores noticias que el simple lujo de estar disfrutando de carreras divertidísimas. En 2010 tuvimos un campeonato divertido, pero unas carreras “aburridas”. En 2011 se giró la tortilla: carreras divertidas, campeonato “aburrido”. Este año estamos teniendo unas carreras divertidísimas, y un campeonato de momento a la altura. El líder del mundial es Lewis Hamilton, que todavía no ha ganado ni una carrera. Hemos tenido tres vencedores distintos, con tres equipos distintos, que han generado tres líderes distintos del mundial. La regularidad este año va a ser fundamental. En 1982, hasta 11 pilotos diferentes consiguieron victorias en las 16 carreras que se disputaron ese año. El título se lo llevó Keke Rosberg, con una única victoria, conseguida además en la antepenúltima carrera. No creo que este año lleguemos a esas cifras, pero puede parecerse bastante.
Para que algo así pueda darse, es evidente que más equipos deben tener un coche con opciones de victoria. Hasta ahora, Mercedes no había dado en absoluto la sensación de poder ganar una carrera, pero la historia ha cambiado. ¿O no? Las declaraciones de Ross Brawn de hace una semana, en las que explicaba que en Australia el problema de las gomas fue de sobrecalentamiento, mientras que en Malasia fue de no llegar a generar la temperatura necesaria, me empezaron a hacer pensar que el problema de Mercedes no era la degradación endémica que padecía en 2011. Cuando has sufrido los dos extremos de un mismo problema, la solución siempre está en el compromiso justo, y eso es lo que consiguió Mercedes en China.
Ahora bien, tampoco hay que olvidarse que las condiciones ambientales del pasado domingo fueron más frías que en Australia, pero más cálidas que en Malasia, por lo que sigo manteniendo la duda de si los neumáticos funcionaron tan bien por un acierto en el reglaje del coche, un factor ambiental, o lo más posible, una combinación de ambos. Veremos qué pasa con Mercedes en Bahrein, donde sin duda el escenario será de calor extrema. Si allí también son capaces de dar con el ajuste correcto, podremos asegurar con rotundidad que tenemos un nuevo candidato al título.
Me apetece seguir hablando de neumáticos. Esta temporada se están mostrando aún más determinantes que el año pasado. Son varios los equipos que se han quejado manifiestamente que la ventana de rendimiento óptimo de las gomas es muy estrecha, por lo que es sumamente difícil hacer funcionar bien las gomas durante toda la carrera. Pequeños cambios de temperatura, generan grandes cambios de comportamiento del monoplaza. Cuando varios equipos sufren del mismo mal, tiene pinta que el problema no está en los coches, sino en las propias gomas. Este factor está dando mucho juego a las estrategias, y quien tome ventaja en el entendimiento absoluto de las mismas, puede tener en sus manos el Santo Grial.
En la carrera del domingo, Mercedes fue quien mejor entendió los neumáticos, y se llevó la victoria con un rápido y consistente Rosberg. Pero tampoco se quedó corto Jenson Button y su McLaren en sacar lo mejor de las gomas. Con una estrategia distinta a la del alemán, solo el problema en el último pit stop impidió ver un final de carrera trepidante con Button dando caza a Rosberg. O no, porque tengo la impresión que el último juego de medios no rindió como habían rendido los neumáticos en sus dos stints anteriores. El ejemplo más claro es lo que le costó a Jenson adelantar a Vettel, cuando este último llevaba unas gomas ya gastadísimas. Eso sí, la impresión tras China sigue siendo que el mejor coche hoy por hoy es el McLaren.
Sobre el Red Bull, comentar que sigo viéndolo un auténtico cochazo. No va tan fino como el año pasado, pero es un coche que frena tardísimo y tracciona extraordinariamente bien, además de tener un paso por curva extraordinario. Se pudo ver muy claramente en la lucha de Vettel con Button a final de carrera. El Red Bulll tiene un downforce increíble, y aunque no corran demasiado en recta, lo compensan con creces en las curvas. Creo que si fueran capaces de solucionar sus problemas para calificar arriba, darían mucho más que hablar en carrera. Seguro que Newey ya está trabajando en ello.
Y en contrapartida a Red Bull, tenemos a Ferrari. Ferrari no corre en recta, pero no lo compensa en las curvas. Por no hablar de su pésima tracción. Y creo que no es un problema de motor, como algunos insinúan. Es un tema puramente aerodinámico. Si no, que alguien me explique por qué Sauber, con el mismo motor Ferrari, está siempre entre los más rápidos. Alonso no acabó demasiado contento con la estrategia de Ferrari, pero yo creo que no fue mala. Es cierto que siempre rodó en tráfico, pero hubo algunos momentos de la carrera en los que la sensación era que ese tráfico era casi necesario para poder ir abriendo cada vuelta el DRS en la larga recta. El único que sabe de verdad cuánto más rápido podría haber ido sin coches delante es el propio Fernando, sin duda. Pero vaya, nadie se libró del tráfico ayer, me temo (Rosberg al margen).
Como de costumbre, me gustaría entrar al detalle de muchísimos aspectos más que nos dejó la carrera, pero prefiero cerrar con unos breves. Lotus volvió a mostrar un gran ritmo de carrera. A Kimi Raikkonen le sobraron unas vueltas para hacer algo importante, y Grosjean protagonizó una bonita carrera de menos a más para coger sus primeros puntos. Hablando de puntos, Massa sigue sin puntuar (y ya es el único sin hacerlo junto a los pilotos de los tres nuevos), aunque su carrera fue bastante más decente que las primeras. Y un notable alto para Williams, que por fin han hecho un coche rápido y consistente en carrera (¿o el motor Renault tien mucho que ver?). Ayer consiguieron un resultado de lujo en medio de las tortas, y eso dice mucho del coche. Bruno Senna, además, confirmó que lo de Malasia no fue puntual. Me encantaría volver a verlos en el podium. Puede llegar pronto.
Espero seguir viviendo carreras para las que no tenga párrafos suficientes. Nos leemos después de Bahrein por aquí, o durante la espera en mi twitter (@smarcusf1).