Mi Gran Premio de Brasil 2013: Sebastian Vettel no regala nada

Mi Gran Premio de Brasil 2013: Sebastian Vettel no regala nada
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Pues aunque para muchos pueda haberse hecho más larga de lo previsto, la temporada 2013 concluyó el pasado domingo en el siempre interesante trazado brasileño de Interlagos. Por alguna extraña razón, y estaréis hartos de leerme la misma cantinela cada vez que abandonamos un circuito de los “históricos”, estos trazados siempre nos regalan carreras interesantes, o por lo menos maniobras de lucha cuerpo a cuerpo destacables, y esta que puso el cierre a 2013, no fue una excepción.

Antes que nada, y para no despedir 2013 sin volver a hablar de uno de los grandes protagonistas del año, Pirelli, me gustaría aportar mi pequeño granito de arena a los sucesivos retrasos de 10 minutos que vivimos el sábado antes de la Q3 a causa de la lluvia. La realidad es que en Interlagos se ha corrido en condiciones mucho más adversas. Me parecen excesivas lo que se consideran condiciones seguras para que un monoplaza de Fórmula 1 ruede en pista, sin poner en duda en ningún momento, que quede claro, que la seguridad debe estar por encima de todo.

Buena prueba de ello, es que los pilotos no rodaron en ningún momento de manera constante con las gomas de lluvia extrema. Las montaron en las primeras vueltas de la Q3 para ver rápidamente que de lluvia extrema nada, que la pista estaba para intermedios. Lo siento, pero esto no es de recibo. Se rumorea que los neumáticos de lluvia extrema de Pirelli no evacúan el agua como debieran, o al menos como sí hacían otras gomas de esta categoría de anteriores suministradores. De ser así, Pirelli ya puede ponerse las pilas, porque no es lo habitual tener una temporada entera sin ninguna carrera con lluvia, y la que se podría liar de no tener unas gomas adecuadas sería gorda.

Todos esperando la lluvia, y Sebastian Vettel a lo suyo

Una vez apuntado esto, me gustaría dibujar a grandes rasgos lo que para mí fue la carrera de Interlagos: una pelea estratégica constante entre gestionar de la manera más prudente posible los stints con unas desconocidas gomas de seco que nadie había podido probado convenientemente en los libres, a la vez que se iban alargando al máximo acompañando las previsiones meteorológicas de posible lluvia. Entrar justo antes del chaparrón significaba tirar por la borda la carrera. Sin duda, una situación compleja, que no se transformó en dramática para nadie al no llegar finalmente la lluvia.

Realmente, analizar ritmos al detalle en estas condiciones no tiene excesivo sentido. Mucho más interesante es intentar ver como gestionó cada uno lo que iba pasando en pista. En el fondo, esta fue una carrera de improvisación, de ir decidiendo sobre la marcha. Aunque también ante esas circunstancias se llevó la palma Sebastian Vettel y Red Bull, con error en boxes incluido. 9 victorias consecutivas. 13 en una temporada. Casi nada.

Mark Webber

La gran suerte de Vettel, en esta ocasión, fue que a la hora de la verdad, el error en su última parada acabó repercutiendo también en Mark Webber, que tuvo que hacer cola tras él para efectuar el pit stop que estaba planeado para el australiano. Si no hubieran coincidido en boxes, es muy posible que Vettel hubiera perdido posición en pista con Webber, que se hubiera podido despedir de la Fórmula 1 con una victoria, si Vettel lo hubiera permitido, claro está.

La realidad es que el ritmo de Sebastian Vettel volvió a ser inalcanzable. Muy superior incluso al del propio Webber. Para Mark, despedirse en el pódium seguramente fue especialmente bonito, pero seguro que no se le olvidará que en su última carrera con Red Bull, perdió tiempo en los dos pit stops que realizó. Algo poco habitual viendo la velocidad de sus mecánicos en casi todas las paradas.

Fernando Alonso, el mejor del resto

Por detrás de los Red Bull, surgió como de la nada un enorme Fernando Alonso, que volvió a sacar petróleo de su F138, y, sobre todo, aprovechó los problemas de ritmo que demostró desde el primer stint el Mercedes de Nico Rosberg, y la penalización del Mercedes de Lewis Hamilton posteriormente. Volvió a quedar claro que mientras alguien falle delante, Alonso estará ahí para pescar lo que pueda. Hay que reconocer, pese al coche, que Ferrari volvió a estar fina en la estrategia, algo que viene haciendo muy bien últimamente.

Otro piloto que afrontaba con esta carrera un momento muy especial era Felipe Massa. El brasileño corría su última carrera para Ferrari, y lo hacía en su circuito de casa. El brasileño firmó una sensacional salida, mostró un ritmo prometedor, se vio beneficiado por una buena estrategia de Ferrari… y cometió un error absurdo, especialmente porque se había avisado claramente en el briefing, que le supuso el drive-through que destrozó su carrera, y cualquier opción de Ferrari a lograr el subcampeonato. Sintiéndolo mucho, no puedo calificar con buena nota una carrera marcada tan significativamente por un error tan absurdo. Esto es Fórmula 1.

Felipe Massa

Para ir terminando, destacar la mejor carrera de McLaren como conjunto. Grandes remontadas de Button y Pérez para poner fin a un año absolutamente decepcionante para los de Woking. No sé si llevaban unos reglajes un poco más de seco que el resto (el ritmo de ambos hace pensar en algo diferente), pero en cualquier caso, la mejor carrera del año llegó demasiado tarde.

Bien, pues esto ha sido todo. Se acabó la temporada 2013, y nos espera una larga e interesante pretemporada para afrontar una de las temporadas más inciertas de los últimos tiempos. Nos leemos en 2014, o ya sabéis, durante la espera en mi twitter (@smarcusf1). Reponed fuerzas, que 2014 será intenso!

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