La temporada 2011 de Fórmula 1 tocó su fin el pasado fin de semana en el siempre agradecido circuito brasileño de Interlagos. En semejante escenario, últimamente estábamos acostumbrados a ver como se decidían títulos o, de ya estar decididos, como se dirimían bonitas luchas por la victoria. En esta ocasión, la carrera no será recordada por ser una de las más disputadas del año, aunque sí fue fiel a un dato de esos que no deja de ser curioso: el poleman volvió a no convertir en victoria el privilegio de salir al frente.
Uno de los grandes focos de atención de prácticamente toda la carrera fue precisamente el averiguar si la avería en la caja de cambios de Sebastian Vettel era cierta o formaba parte del teatrillo al que nos tiene acostumbrados Christian Horner cuando de órdenes de equipo se trata. En el fondo, personalmente me es bastante indiferente. Si había avería (que a mí me lo pareció), hay que aplaudir el trabajo de Vettel. Si no la había, tendrían que dar un toque a Red Bull por este tipo de payasadas.
Pero más allá del cuento de la caja de cambios, la realidad es que Mark Webber aprovechó la ocasión para no cerrar un año en blanco a bordo del que probablemente haya sido uno de los monoplazas más dominadores de las últimas décadas, a un nivel que sólo puede ponerse al Ferrari F2004 de Schumacher o al Williams FW14 de Nigel Mansell. No creo que esta victoria arregle demasiado el mal año de Webber, sobre todo considerando dónde puso el listón en 2010, pero siempre es mejor cerrar el año con al menos una victoria. De Sebastian Vettel, y dada la incertidumbre acerca de la avería, solo me gustaría puntualizar que se sobró un poquito aludiendo a Senna en el 91. Quiero pensar que el bueno de Ayrton se debería echar unas buenas risas desde dondequiera que esté, porque me temo que lo que sufrió/vivó/sintió Senna en esa carrera, sólo lo sabe bien él. Superar a Mansell en el record de poles en una temporada es una cosa y está genial. Lo de sentirse como Senna, son palabras mayores.
La única incertidumbre resultadista entre los pilotos punteros era saber quién acabaría siendo subcampeón del mundo. Jenson Button lo tenía todo de cara, y se limitó a bordar una gran carrera en la que su neumático principal fue sorprendentemente el medio. Su último stint, en el que incluso hizo apretar un poco los dientes a Vettel por si las moscas, fue una bonita manera de acabar una temporada en la que probablemente hemos visto al mejor Jenson Button. Superar a Lewis Hamilton con el mismo material no es tarea sencilla, y ya veremos cuántos son capaces de hacerlo en la carrera que todavía le queda por delante a Hamilton. Pensemos que un año “desastroso” de Hamilton lo ha cerrado a sólo 30 puntos de uno de los mejores de Alonso, con la nada despreciable cifra de 3 victorias en su casillero. Ahí tenéis el nivel que todos esperan de Hamilton.
Por otra parte, el gran perjudicado del fin de semana fue Fernando Alonso. De aspirar al subcampeonato, acabó marchándose de Brasil habiendo perdido hasta el tercer puesto de la general a manos de Webber. Los stints de Fernando con los blandos fueron realmente buenos, sacando del Ferrari un ritmo que no parecía haber existido en todas las sesiones previas. Pero la lluvia no llegó para ahogar las carencias del Ferrari, y fue montar las gomas medias, y volver a chocar contra la cruda realidad de esta temporada. No se podía acabar el año de otro modo que no fuera con un decepcionante stint con el compuesto más duro del fin de semana. Para que todos tengan bien presente en esta pretemporada que ese ha sido uno de los grandes hándicaps de Alonso en este mal 2011 a nivel global, aunque como muchos comentan, uno de los mejores años de Alonso como piloto, pues ha demostrado estar siempre por encima del monoplaza que le han proporcionado.
¿Vale la pena hacer más sangre con Felipe Massa? Sinceramente, creo que no, así que cada cual saque sus conclusiones. Compararlo con Alonso es quizás demasiado duro, pero aún sin introducir el factor Alonso, creo que su temporada ha dejado muy fríos a muchos. Además, es una de las razones importantes para que Vettel haya conseguido él solito más puntos que la escudería Ferrari como equipo. A lo mejor no le hubiera venido mal del todo que su asiento no hubiera estado confirmado desde hace tanto tiempo. Y si no, que alguien me explique qué le ha pasado a Adrian Sutil en estas últimas carreras. En el momento en el que está más fuera que dentro, ha vuelto el Sutil que tantas esperanzas despertó en sus inicios en la Fórmula 1. Carrerón impresionante del alemán que volvió a ser el mejor del resto. Qué pena que este tipo de pilotos sólo despierten cuando ya poco hay que hacer. Creo que su final de temporada (y los millones de Medion) le acabarán facilitando un asiento para 2012.
Antes de terminar, otra bonita batalla que no nos regaló la carrera del domingo fue la que se esperaba entre Toro Rosso y Sauber por esos 6 millones de más que da la séptima posición del mundial de constructores. La posición en pista de los cuatro monoplazas era muy esperanzadora, pues estaban uno detrás del otro, pero a la hora de la verdad no existió lucha, pues Kobayashi demostró estar por encima de la presión que por radio le transmitían, y ató la victoria particular de Sauber. Si Alguersuari no hubiera caído tantas posiciones en la salida, otro gallo hubiera cantado. Pero en este deporte no existen los “si”, y en cualquier caso, seguro que Marko ya se habrá encargado de buscar explicaciones a esa circunstancia. Tengo la impresión que en Brasil había una oportunidad real de garantizarse un asiento para 2012, que ni Buemi ni Alguersuari aprovecharon. Eso sí, en el combate a los puntos, para mí gana sobradamente Jaime. Si Marko fuera un tío normal...
En fin, me despido de todos vosotros con el cierre de una temporada poco emocionante en cuanto a la lucha por el título, pero que nos ha regalado carreras realmente bonitas. El año que viene tengo la impresión de que cambiarán bastante las cosas, pero eso ya lo comentaremos... el año que viene. Nos leemos en 2012 por aquí, o durante la espera en mi twitter (@smarcusf1).
