A pesar de que las encuestas se pregunten si Red Bull dejará ganar una carrera a Mark Webber en lo que queda de campeonato, lo que deberían plantearse es si Webber tiene actualmente el nivel como para batir en pista a Sebastian Vettel. Yo lo tengo clarísimo: NO. El tetracampeón del mundo está en un momento muy dulce en su ya larga relación simbiótica con su monoplaza, y ni con el título ya en la saca parece dispuesto a cometer despistes como para dejar escapar alguna victoria de las que quedan.
Nuevamente, Mark Webber dejó escapar su posición de privilegio obtenida el sábado con una extraordinaria vuelta al soso circuito de Yas Marina. Aunque para ser francos, en esta ocasión hubiera dado absolutamente igual que el australiano hubiera conservado la primera posición en la primera curva, pues el ritmo de Vettel, especialmente con las gomas blandas, era insultantemente superior al de cualquier otro piloto en pista.
En 43 de las 55 vueltas de la carrera del domingo, Vettel estuvo entre los 3 pilotos más rápidos en pista. Considerando las 4 de entrada y salida de pit lane que, lógicamente, no cuentan como candidatas a ser de las más rápidas, resulta que el alemán solo se durmió ligeramente en 8 vueltas. Eso es una auténtica burrada. Ciertamente, el ritmo de Vettel recordó por momentos a la exhibición de Singapur. Y no, no es casualidad. El trazado de Yas Marina propicia que el gran punto fuerte del RB9 (su downforce en curva lenta-media generado por su gran trabajo con los escapes en la zaga) pueda ser explotado a su máximo nivel por Vettel.
Grosjean y Alonso, protagonistas
Al margen de Vettel, la carrera estuvo bastante entretenida en la lucha por los puntos. Me sorprendió negativamente la estrategia adoptada por Romain Grosjean. Después de bordar una soberbia carrera en India con una estrategia a una única parada, no entendí del todo que aquí ni tan siquiera amagaran intentarlo. Lotus no supo poner a su favor la gran virtud del E21, que no es otra que su extraordinario trato a los neumáticos Pirelli. Lo intentó vagamente con un último stint ligeramente más corto del francés (4 vueltas de ventaja respecto a Webber y Grosjean), pero fue de todas todas un intento estéril. Quizás podrían haber intentado algo parecido a lo que hizo Fernando Alonso.
El piloto asturiano firmó nuevamente una carrera para enmarcar, con un coche que no da más de sí. Alonso se quedó e sábado por primera vez en lo que va de temporada fuera de la Q3. Para ser sinceros, últimamente su rendimiento los sábados está siendo mucho más pobre de lo esperado, pero mientras siga conduciendo los domingos como lo hace, poco más se puede decir. Total, por mucho más que diera el sábado, probablemente obtendría 2 o 3 plazas adicionales en parrilla, no mucho más.
En la carrera del domingo, los dos Ferrari alargaron mucho el primer stint con las blandas, abriendo así la posibilidad de finalizar la carrera con una única parada. El ritmo de Alonso, especialmente, fue realmente sorprendente para lo visto hasta entonces durante todo el fin de semana. Llegó un momento de la carrera en el que no había más opción que alargar hasta el final de la carrera con ese juego, o parar lo suficientemente tarde como para poder firmar un stint corto y rápido con las gomas blandas.
En Ferrari optaron por la segunda opción, y el resultado al final fue bueno, gracias en buena parte a las narices que le echó Alonso en su reincorporación a la pista tras su último pit stop. La maniobra de Alonso es de esas que gusta ver porque sabes que ahí el piloto lo está dando absolutamente todo y un poco más. Pero todo sea dicho, es una maniobra muy límite que quizás sí hubiera merecido sanción. No obstante, por una vez la FIA decidió premiar la entrega y la lucha en pista al redactado literal de la norma, y no seré yo quien cargue por ello. De hecho, esta debería ser la línea, e incluso el propio Vergne declaró que consideraba que Alonso no debería ser sancionado.
Mercedes apunta al subcampeonato
Pero por muy buena carrera que hiciera Alonso, y una decente de Massa, con algunos momentos de lucha de su versión más combativa, el subcampeonato se escapa si Mercedes sigue rindiendo a este nivel. Sobre todo, Nico Rosberg. El alemán está demostrando otra vez que es un compañero de equipo difícil de batir a lo largo de una temporada. Empezó mejor que Hamilton, y solo durante un corto espacio de tiempo pareció sucumbir a la hipotética superioridad de Lewis Hamilton. Pero en este final de temporada, cuando su equipo se está jugando el subcampeonato, está más fino que el británico, y el ritmo con el que aguantó el intento de ataque de Grosjean en el último stint fue de notable alto.
Lewis Hamilton, por su parte, está desaparecido últimamente. Se le ve sufrir demasiado en tráfico, y le cuesta demasiado adelantar para lo que nos tiene acostumbrados. Al principio de carrera parecía ser una amenaza real para el pódium, pero rápidamente se vio que tal y como se dejó entrever el sábado, este no iba a ser su Gran Premio. No poder en el tramo final de carrera con Paul di Resta, dice bastante de lo mucho que dista este Hamilton del que tanto nos gusta.
Por terminar, sorprende mucho ver a los Force India puntuar con ambos coches gracias a una atrevida estrategia a una única parada. Parece mentira que sea el mismo equipo que tanto ha sufrido con estas gomas “2012”. Paul di Resta se marcó un último stint de 35 vueltas con los medios, marcando su vuelta rápida en el último giro de la carrera. Pero es que lo de Adrian Sutil aún es más sorprendente: 28 vueltas le sacó a su juego de blandos que dejó para su último stint. Esto es lo que me hace pensar aún con más fuerza que quizás Lotus no estuvo demasiado fino en la estrategia.
Sólo nos quedan 2. Nos leemos después del Gran Premio de Estados Unidos por aquí, o durante la espera en mi twitter (@smarcusf1).
