La escudería Mercedes estaba acostumbrada la temporada anterior a planificar las estrategias de carrera a sus anchas, considerando que nadie podía hacerles sombra para firmar un doblete tras otro si no se daba ninguna circunstancia extraordinaria. Si algo hemos avanzado respecto a 2014 este año, es precisamente que eso ya no es así.
Mercedes ya no corre sola, y tiene que estar muy pendiente de los movimientos que va haciendo la escudería que ahora mismo es su única amenaza: Ferrari. Además, en la escudería italiana son completamente conscientes de ello, y están jugando magistralmente sus cartas para poner en aprietos a los actuales campeones del mundo.
Unas veces saldrá (como en Malasia) y otras no (como en China). Faltaría más. Pero lo que salta a la vista es que los domingos tranquilos en Brackley parecen haberse acabado. Este pasado domingo pudimos verlo con total claridad. La baza de Ferrari en carrera para plantar cara a Mercedes parecía ser parecida a la de Malasia: menor desgaste de gomas y poder aprovechar el diferencial de los neumáticos blandos respecto a los medios para forzar la estrategia de Mercedes e inducir a algún problema con las gomas de Hamilton y/o Rosberg. Tanto Ferrari como Mercedes lo sabían.
Ferrari fuerza la estrategia de Mercedes
Siendo conscientes de ello, y vista la situación de la carrera, Sebastian Vettel, que era la amenaza más cercana a los Mercedes, optó por dos paradas muy tempranas en sus stints de blandos, algo que probablemente Mercedes no esperaba. Tras la primera parada, la respuesta fue inmediata por parte de Mercedes, mientras que con la segunda, sólo Rosberg se vio forzado a parar, porque de no haberlo hecho, ponía en riesgo su segunda posición.
En efecto, ese segundo stint con neumáticos blandos había propiciado que Vettel se le echara encima e intentase un undercut de manual. Claro, por delante de esta pareja en clara lucha por posición, Lewis Hamilton estaba intentando manejar con extrema delicadez sus neumáticos para defenderse de un posible stint más largo de Vettel. Como bien dijo en la rueda de prensa posterior, Hamilton estaba haciendo su carrera, y lo hizo fenomenal.
Una vez resueltas las dos primeras paradas, la única duda que quedaba era ver qué pasaría en el larguísimo stint con neumáticos medios que les quedaba al final a Rosberg y Vettel, pero se vio rápidamente que nada iba a cambiar: el rendimiento de esos neumáticos era notablemente superior en el Mercedes que en el Ferrari.
No, en China no salió la estrategia. Seguramente, ni tan siquiera se pudo apreciar ese mejor trato de las gomas de Ferrari respecto a Mercedes. Más bien diría que fue a la inversa en esta ocasión. Pero lo importante es que Mercedes se sintió amenazada, y esa es la presión que puede conducir a errores y a carreras movidas. Esperemos que esta bonita lucha en cabeza siga en esta línea.