Por si todavía no lo teníamos del todo claro, Lewis Hamilton se ha encargado de recordarnos que su manera de correr es salir en cada carrera a por todas, siempre a por la victoria. A menudo con más corazón que cabeza, algo que muchos han criticado al británico: "Odio pilotar para puntuar, pero creo que todos podemos ver los beneficios de este enfoque a estas alturas".
En el pasado Gran Premio de Singapur, Lewis mostró una actitud diferente a la habitual, refrenándose a la estela de Nico Rosberg cuando podría haber intentado el adelantamiento. No fue fácil, por supuesto: "una vez estás en el coche, puede ser duro detener el instinto que has desarrollado desde que tenías ocho años".
A estas alturas de la temporada, y con Lewis Hamilton comandando la general a una distancia confortable respecto a Felipe Massa, parece, como el año pasado a estas alturas, que sólo Hamilton puede perder el título, más que ganarlo Felipe Massa. A Hamilton le bastaría acabar siempre 2º aunque el brasileño ganara todas las carreras, y de su habilidad para frenar sus impulsos de la infancia dependerá en buena parte el desenlace de este Mundial.
Al parecer, Lewis Hamilton ha aprendido bastante de lo del año pasado, sobre todo en la carrera de Singapur: "realmente pienso que Singapur fue una buena lección: había menos presión para conseguir la victoria por las circunstancias inusuales, lo que significó que pude empezar a pensar en el título". Veremos si es capaz de mantener la cabeza fría en las tres carreras que faltan.
