Sin apenas tiempo para asimilar el Gran Premio de China, este fin de semana vuelve a haber Fórmula 1, en esta ocasión en otro de los tilkódromos del calendario: el circuito de Sakhir en Bahrein. En primera instancia, y aunque se trate de una carrera nocturna, la gran diferencia que tendríamos que apreciar respecto al último GP es la de la temperatura, que se espera que sea mayor que en China, y ese es un factor importante en la ecuación estratégica a día de hoy.
Además, a las cálidas temperaturas hay que añadirle un asfalto muy abrasivo, que seguro que beneficiará a aquellos que sepan manejar mejor la degradación de los neumáticos medios y blandos que llevará Pirelli para la cuarta cita de la temporada. La estrategia esperada con estas gomas será a 2 paradas.
Características del Circuito Internacional de Bahrein
El trazado tienen las características habituales de todos los circuitos diseñados por Tilke: circuito ancho en el que es posible adelantar, largas rectas, fuertes frenadas y una combinación de curvas muy lentas con otras de gran velocidad.
Realmente no hay ninguna curva o sección que quite el hipo a los pilotos, pero en general se trata de un trazado bastante técnico en el que la estabilidad del coche en frenada y una buena tracción ayudan a conseguir buenos tiempos. Por supuesto, la eficiencia aerodinámica y un buen balance general del coche también ayudará a conseguir unos reglajes óptimos para afrontar la diversidad de curvas del trazado.
Es importante destacar que a diferencia de China, que es un circuito muy exigente con el tren delantero, sufriendo muchísimo el neumático delantero izquierdo por la configuración del trazado, en Bahrein la mayor exigencia vuelve a cargarse en el eje trasero del monoplaza, debiendo controlar seriamente las temperaturas en las gomas traseras.
Un circuito con muchos puntos de adelantamiento
Como buen circuito de stop and go, el de Bahrein presenta múltiples zonas de posible adelantamiento. No hay más que recordar la carrera del año pasado, con la lucha cuerpo a cuerpo que nos brindaron Hamilton y Rosberg en esas locas últimas 10 vueltas después de un tardío Safety Car.
La frenada de la curva 1 es la tercera del campeonato en cuanto a distancia necesaria para detener el coche a la velocidad óptima para entrar en curva (137 metros y una deceleración de 259 km/h). Eso, como vimos en China, siempre es una invitación a intentar lanzar el coche al interior. Además, es la frenada más larga del mundial en cuanto a tiempo de frenada, con 2,89 segundos.
Por si eso no fuera suficiente, las largas rectas son un punto óptimo para demostrar el poderío de los motores, aunque también serán un punto de sufrimiento para las unidades de potencia. Mucha atención a la posible presencia de arena del desierto suspendida en el aire, que además de perjudicar el grip de la pista especialmente en las primeras sesiones, podría dar algún que otro susto a los motores.