A día de hoy, el mundillo de los aficionados de la Fórmula 1 se divide en dos grupos: los que creen que tras lo visto en Australia Ferrari ha mejorado considerablemente, y los que piensan que lo único que sucedió fue que han desaparecido de la ecuación Red Bull y McLaren (por sus problemas con sus respectivos motores). Más allá de las sensaciones, ¿qué dicen los datos al respecto?
La primera aproximación relevante al rendimiento mostrado por Ferrari en el Albert Park nos la indica el ritmo de carrera marcado por Sebastian Vettel. Su ritmo medio durante las 57 vueltas al trazado australiano fue de 1:32.751, por el 1:32.135 del Mercedes de Hamilton. De ahí se desprende una distancia aproximada de unas 6 décimas respecto a Mercedes. Sin duda, una distancia inferior a las sangrías de la segunda mitad de 2014.
Muchos diréis que el ritmo de Mercedes fue muy inferior al que realmente tiene ese coche, pues una vez consolidadas las diferencias en pista, se dedicaron a llevar el coche a meta y poco más. No voy a decir que no, pero el año pasado eso también sucedió en un buen número de carreras, y aún así las distancias de Ferrari con Mercedes fueron considerablemente superiores. De entrada pues, parece que el paso adelante es evidente.
Otro aspecto muy relevante lo tenemos en las tablas de velocidades punta. Los motores Ferrari se codearon en Albert Park directamente con los motores Mercedes, algo inédito en 2014. Que el motor Ferrari ha mejorado mucho desde la temporada pasada es algo que nadie puede negar, y si no, sólo hay que mirar el buen papel que firmó Sauber en esta carrera, equipados con los motores italianos.
Finalmente, en cuanto a comportamiento del monoplaza en pista, en Australia quedó muy claro que el coche es mucho más noble y equilibrado que en 2014. Aún recuerdo los problemas que tenía Alonso en el Albert Park para "aguantar" un nerviosísimo Ferrari en las frenadas. Esas sensaciones no se han replicado este año viendo las onboard de Vettel y Raikkonen en las frenadas. Además, el propio Jenson Button, que fue doblado por casi todos los monoplazas, ha asegurado que sólo ve a otro nivel en paso por curva a Mercedes y Ferrari.
También los máximos rivales de Ferrari en el Gran Premio de Australia, Williams, no han dudado de señalar a Ferrari como el equipo que más ha mejorado, incluso asegurando que a día de hoy tiene mejor ritmo que ellos mismos. Tanto Felipe Massa como Pat Symonds han apuntado en esa dirección. También Hamilton, como lo hizo Rosberg anteriormente, ha señalado a Ferrari como el rival más fuerte en 2015 (aunque a una distancia aún grande). La unanimidad en el paddock es evidente, pues.
Mi veredicto es claro: Ferrari ha mejorado. ¿Hasta cuánto podrá llegar ese monoplaza? Eso lo veremos con el transcurso de las carreras, pero sin lugar a dudas, es un inicio inmejorable a lo que tenía que ser un año de transición dados los innumerables cambios internos ejecutados en el seno de la Scuderia.