El Gran Premio de Austria de Fórmula 1 dio para mucho, incluso para desmentir una de las teorías de la conspiración más absurdas y extendidas por las redes sociales en los últimos tiempo. La de los chemtrails, o las estelas de los aviones que nos fumigan, nos enferman y nos matan, por ese orden.
En plena era de la conspiración, la de los chemtrails compite muy seriamente con la tierra plana por ser la reina entre los que cubren su cabeza con gorritos de papel metálico. Pero este vídeo del Ferrari de Charles Leclerc en el Gran Premio de Austria viene a explicar, si es que era necesario, qué son los chemtrails.
Un vídeo de Leclerc en Austria explica los chemtrails de los aviones
El vídeo lo ha difundido en sus redes sociales la periodista Stefania Bruera, y corresponde a la SQ3, es decir, a la sesión definitiva de la clasificación Shootout que establece el orden de salida para la carrera al sprint del sábado. En ella se dieron las condiciones idóneas para ver un fenómeno poco habitual en la Fórmula 1.
La clasificación del sábado comenzó con la pista mojada, pero poco a poco se fue secando hasta llegar a esos últimos minutos de la SQ3, en los que la pista ya solo estaba algo húmeda, pero se podían utilizar los neumáticos de seco a máxima velocidad. Y la llegada de Leclerc a la curva 9 permitió ver un chemtrail en la Fórmula 1.
En el vídeo se ve claramente como debajo del Ferrari de Leclerc se está creando una estela. Técnicamente, es la compresión del aire provocada por la carga aerodinámica del monoplaza, una condensación de la humedad que se puede ver echando un vistazo por debajo del alerón delantero, y solo en muy contadas ocasiones.
La explicación es la misma que para las estelas de los aviones, y solo se da en circunstancias de humedad y con un motor potente funcionando a alto rendimiento. Los gases calientes emitidos por la máquina se mezclan con el ambiente húmedo y/o frío, creando una estela visible de condensación a su paso.
En algunos casos, como este, la estela se disipa rápidamente por la escasa humedad del ambiente, mientras que en otros, como el de muchos aviones, pueden persistir durante horas a alturas muy elevadas y en condiciones de mayor humedad. Algo que en la aviación, y en la Fórmula 1, ha sucedido desde tiempos inmemoriales, pero a los que algunos buscan dar la vuelta.
Muy pocas veces se ve condensación por debajo de un alerón delantero de F1. Por lo general veíamos los vórtices pero condensación muy poco. Vean bien abajo del alerón delantero de la Ferrari de Leclerc. pic.twitter.com/DEsKekgdRP
— Stefania Bruera (@stefifm) July 4, 2023
Así que no, Ferrari y Leclerc no nos fumigan para hacernos enfermar y morir. Son los chemtrails, que también están presentes en la Fórmula 1.