Fernando Alonso estuvo presente ayer en la presentación de su nueva colección de relojes Viceroy, pero no por estar en un acto paralelo a las carreras dejó de ser claro, yo diría que clarísimo, en sus declaraciones. Habló, cómo no, de su incierto futuro, avisando que, efectivamente, podía marcharse de Renault: "Si no se cumplen los objetivos tengo la opción de marcharme". Desde luego, no sé qué objetivos son los que estarán marcados en ese contrato, pero la cosa no pinta muy bien.
Precisamente a falta de cinco carreras para el final de la temporada, la obligada pregunta era cómo veía sus opciones en lo que quedaba de campeonato, y la respuesta del asturiano fue tan sincera como pesimista: "Los podios y las victorias están descartados. De las pruebas que quedan, no sé cuál será mi mejor carrera, pero sí sé que la peor será Monza, pues será donde más suframos".
Sin duda, Fernando Alonso es muy consciente de las carencias del R28, y sabe que con el pobre motor Renault poco tiene que hacer en una pista que exige tanta caballería como la italiana: "Le falta motor, le faltan unas cuatro décimas de motor y tener todo al día". A Fernando le espera un duro fin de semana ante la afición que puede estar animándole en años venideros.
Vía | As