Si alguien nos ha sorprendido etapa tras etapa en este Dakar 2014 ese ha sido Albert Llovera. El piloto andorrano regresó al Dakar, tras su experiencia en 2007, gracias al apoyo de Nasser Al-Attiyah y a pesar de su paraplejia ha podido ir superando obstaculo tras obstáculo. Hasta ayer.
En los días previos a la décima etapa, Llovera reconocía que a pesar de que su "trasero" estaba sufriendo de lo lindo estaba consiguiendo superar etapa tras etapa. Para aquellos que lo desconozcan, la imposibilidad de mover el tren inferior durante un buen puñado de horas hace que aparezcan llagas que acaban lacerando todo el cuerpo del piloto.
Pero ayer el que dijo basta fue el buggy MD de Llovera. Tras invertir más de nueve horas en recorrer los 231 kilómetros del primer sector debido a problemas de exceso de temperatura en el motor de su buggy (debido a una fuga en el radiador), el equipo decidió retirarse en el enlace ante la más probable posibilidad de que el propulsor dijese basta en el segundo tramo del día. En lugar de comenzarlo, y con la noche cayendo de forma inminente, Llovera continuó directamente por carretera hacia el bivac.
Habría alguna posibilidad de seguir pero creo que el riesgo era muy alto. Quiero decir el riesgo de romper el coche y por esta razón hemos pensado que lo mejor era dejarlo
Vía | Curuxarally
