El guayule, o parthenium argentatum, es un arbusto perteneciente a la familia de las asteráceas, que crece en Arizona y que se utiliza como fuente de látex, frente al caucho que procede de las diferentes variedades de hevea. Y es, también, una planta con la que Ford anda experimentando para reducir hasta el 50 % de la goma que utiliza en los vehículos que fabrica.
Ford estima, por poner un ejemplo, que en el interior de un Ford Fiesta puede haber hasta 3 kg de goma, dejando aparte la que se emplea para la fabricación de los neumáticos. La mayor parte de esa goma procede de fuentes naturales, las habituales para la elaboración de la goma natural o látex, y el problema para Ford consiste en la dependencia de una materia prima cuyo precio viene registrando oscilaciones de entre 2 y 8 dólares por kilo, antes de ser procesada.
con el producto obtenido de las hojas de guayule a partir de una producción específica situada en Ohio.
A este problema se suma la necesidad de recortar costes y emisiones de CO₂ en los procesos de fabricación, por lo que Ford podría cultivar el guayule de forma local en Ohio, de manera que el uso de esta materia prima le resultase más provechoso que el caucho tradicional.
No es la primera prueba que realiza Ford con fuentes alternativas a las habituales. Hasta ahora la empresa de Dearborn ha experimentado también con la resina de diente de león, aceite de naranja y aceite de soja. Sin embargo, el guayule, que se emplea en la fabricación de trajes de neopreno y guantes sanitarios, podría ser el material elegido. Ahora, Ford está trabajando con el Estado de Ohio para determinar si es viable utilizar las hojas de la planta en el sector de la Automoción. A lo largo de 2016, la marca del óvalo azul ya podría disponer de un prototipo de goma alternativa, de guayule.
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