Esta entrada es puro egoísmo, lo admito. Pero un trabajo realizado por Bobby Alloway sobre un 1967 Ford Mustang Fastback es algo que me despierta ciertos instintos irrefrenables de darle a Publicar. Es puro vicio, lo sé.
Ya hemos visto algún trabajo de Bobby aquí en MotorPasion, como puede ser el 1970 Dodge Challenger “She Devil”, así que más o menos, ya conocemos hasta donde puede llegar en calidad una de sus obras. Porque hay que reconocer que guste o no, la calidad de su acabado es impresionante.
Pero pasemos a hablar del coche, un 1967 Ford Mustang Fastback que podría ser el inicio de una nueva tendencia en esto de preparar coches americanos. Está construido siguiendo la filosofía de los Street Rods, pero tiene un inconveniente, no es anterior a 1949, uno de los requisitos para entrar dentro de esta denominación.
De ahí que en Hot Rod Magazine lo rebauticen como un MuscleRod, una tendencia en auge en los Estados Unidos motivada por la creciente demanda de muscle cars para hacer este tipo de obras de arte debido a la subida de precios y dificultad para encontrar buenos coches para restaurar anteriores a 1949.
Aunque pueda parecer mentir, esta Mustang inspirado en los Ford Mustang FR500C de competición, está diseñado y pensado para darle cera y no ser un simple jarrón decorativo, ya que tanto las mejoras del chasis y suspensión, como las de su motor están ahí para hace uso de ellas.
Hablando de su motor, en primera instancia se intentó acoplar el Cammer 5.0 del Ford Mustang FR500GT, pero su tamaño hacía imposible meterlo en el vano del motor; así que se optó por un motor V8 4.6 normal, al que tras diversas mejoras en pistones, válvulas, culata y demás, se le incluyeron un par de turbos. Resultado, 839 CV a 8,300 rpm con gasolina de 93 octanos… Bestial.
Pero sigo pensando que los más espectacular de este coche no son ni sus prestaciones, ni su potencia ni el hecho de ser un clásico como puede ser un ‘67 Fastback, es la calidad que atesoran todos y cada uno de sus detalles. Bobby se esmera en hacer sus coches, pero cuando éstos son para un cliente, el empeño que le pone se multiplica por 2.
Para muestra, esta imagen que nos muestra el diferencial trasero con el juegos de suspensiones traseras. Da pena sacar eso a la calle, si parece que se pueda comer ahí. Para hacerlo así, se ha protegido con un recubrimiento especial para no dañar la pintura, similar al que se usa bajo el capó y en el vano motor.
Vía | Hot Rod
En MotorPasion | 1970 Dodge Challenger “She Devil”