El líquido refrigerante es un elemento fundamental del coche ya que es el que consigue que el motor funcione a la temperatura que le hace trabajar en condiciones óptimas. Es importante que esté en buen estado y no se haya rellenado con agua u otros tipos de líquidos refrigerantes, esto no será algo muy grave, pero hará que el coche funcione peor.
Tener menos líquido refrigerante de la cuenta, puede hacer que el motor se sobrecaliente y pueda romperse. No está de más, y no cuesta nada, revisarlo antes de la compra del coche. Además, en las primeras semanas tras la compra, tenemos que hacer esta revisión varias veces para no llevarnos ninguna sorpresa.
Dónde se mira el nivel del líquido refrigerante
En los coches más modernos, será el propio coche a través de un mensaje el que nos avise de que falta líquido, pero en los coches más antiguos lo deberemos comprobar nosotros, de una manera muy sencilla.
La comprobación la deberemos hacer con el motor frío y en un lugar plano. Debemos abrir el capó del coche y buscar un depósito grande de plástico similar al de la foto que sigue a este párrafo.
Este depósito que contiene el líquido refrigerante (que puede ser de varios colores), contiene dos marcas en el lateral que nos indica el nivel máximo y el nivel mínimo. Si el líquido se encuentra entre esos dos niveles, no habrá que realizar ninguna acción.
Que falte líquido no quiere decir que se trate de una avería, por las temperaturas a las que trabaja este líquido puede haber pérdidas por evaporación, pérdidas que no son muy importantes. Si has rellenado hace poco y ha bajado mucho el nivel o si se percibe que la temperatura del motor es muy alta, posiblemente haya una pérdida de líquido en alguna parte del circuito y es necesario llevar el coche a un especialista para repararlo.
Otro aspecto importante es revisar que el líquido esté limpio, si tiene manchas o burbujas aceitosas, puede ser que haya algún problema en el motor y se esté colando en el circuito aceite.
Foto |Bandido
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