El mercado americano de coches es diferente al europeo. Nos podemos encontrar en Estados Unidos modelos o versiones que en el viejo continente ni siquiera existen, o si existen, es probable que nos los encontremos a precios más reducidos que en nuestro continente.
Pero antes de comprar un coche en Estados Unidos y querer traerlo a España deberíamos saber si va a ser posible conducir con ese coche en nuestro país, ya que no todos los coches lo van a poder hacer.
No todos los coches se pueden homologar
Para importar un coche de otro país, siempre que no sea de la Unión Europea, va a ser necesario homologarlo para poder matricularlo y que pueda circular en el territorio comunitario, nos encontramos en este supuesto al importar un vehículo de Estados Unidos.
Si el coche que tienes pensado comprar es de antes del año 2015, no va a ser posible homologarlo. Por muchas modificaciones que se hagan para tratar de adaptarlo a la normativa europea, el apéndice 5 de los anexos II al X del Real Decreto 750/2010 no permite la homologación de los coches fabricados en Estados Unidos antes de 2015.
En cambio los vehículos fabricados a partir de 2015 y que ya están sujetos a un cambio de normativa en la regulación de emisiones (CARB / US-EPA) de Estados Unidos que ha sido aprobado en nuestra región sí que pueden homologarse en el viejo continente.
Muchos de los vehículos ya cumplen los parámetros exigidos en España o pueden necesitar ser modificados de manera mínima para conseguir esta homologación. Todos estos parámetros se regulan en la Guía de reglamentación sobre homologación de vehículos.
En otros coches hay que hacer pequeñas modificaciones para adaptarse a esta reglamentación. Según Global Homologaciones, las modificaciones más comunes son troquelar el número de chasis en el bastidor, modificar de millas a kilómetros el cuentakilómetros, buscar una ubicación o modificar los paragolpes para ubicar la matrícula europea o poner lavafaros a los faros de xenón, aspecto que no es obligatorio en Estados Unidos.
Para realizar estas modificaciones u homologaciones lo más solvente es recurrir a empresas especializadas, ya que realizar esta operación por tu cuenta puede resultar un auténtico parto entre cuyos requisitos burocráticos están los siguientes pasos previos:
- Comprobar que la placa de homologaciones sea posterior a 2015.
- Preparar Documento Único Administrativo (DUA), factura o contrato de compra-venta, DNI del comprador, manifiesto de embarque y documentación del coche.
- Comenzar el proceso de homologación con el certificado de cumplimiento emitido por el fabricante del vehículo.
- Descripción de cada pieza modificada, identificando con número de referencia o marca en caso de haber sufrido modificaciones de cara a la homologación.
- Inspección física por parte de un servicio técnico.
El resto de la burocracia
Una vez ha llegado el vehículo a España, con los consiguientes gastos en transporte, impuestos y aduanas, hay que conseguir la matriculación española del vehículo.
Con la homologación tramitada, ya que no puedes circular con el coche todavía, debes de llevar el coche en grúa a la ITV donde te pedirán una prueba de propiedad del coche (puede ser el contrato de compraventa), el carnet de conducir y la ficha técnica del vehículo. Tras comprobar el estado del coche y que lo que aparece en la ficha técnica se corresponde a lo que tiene el vehículo nos darán el apto.
Posteriormente hay que ponerse al día con los impuestos, pagando el Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte en la Agencia Tributaria e ir a al ayuntamiento donde tienes tu domicilio para pagar el impuesto de Matriculación de la Agencia Tributaria (que varía según el vehículo) y el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (cada Comunidad Autónoma lo gestiona de manera diferente).
Con los justificantes de pagos de estos impuestos, la nueva ficha técnica, la documentación original del vehículo y el contrato o factura de compraventa traducida podemos acudir a tráfico para tramitar la nueva matriculación.
Añadiendo las matrículas a nuestro nuevo coche y contratando el correspondiente seguro, por fin podremos conducir con nuestro coche americano.
Foto |Thomas Hawk |B137
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