Quedarse sin batería es una de las averías más comunes que nos podemos encontrar en un coche. Las baterías tienen una vida finita que depende del uso que se dé al vehículo, pero suele estar en torno a los 4 años de vida.
Salvo en un descuido como puede ser el dejarse encendidas las luces del coche toda la noche, una batería no se gasta de un día para otro y hay ciertos síntomas que nos pueden decir que el coche de segunda mano que vas a comprar necesita un cambio de batería.
Indicios de que hay que cambiar la batería
Uno de los problemas de los coches nuevos es que es muy complicado detectar signos de que una batería se está agotando, en coches más antiguos sí que podemos detectar ciertos síntomas.
Una inspección visual no sirve para diferenciar una batería en buen estado de una que no lo esté, salvo defectos graves.
Una batería en mal estado puede estar hinchada, deformada o incluso, en los casos más extremos, tener alguna raja, todos son síntomas de que algo no va bien. Si la batería desprende líquido o está húmeda puede ser indicio de varios problemas: sobrecarga, temperatura muy alta de motor o exceso de líquido de batería. La presencia de corrosión en los bornes también nos indica que algo no va bien, de hecho, es muy probable que si se da esto, la batería falle.
Al encender el coche el chivato de la batería en el cuadro de luces se debe de apagar al poco tiempo. Si se mantiene encendido o parpadea hay un fallo eléctrico que puede deberse a que la carga de la batería es baja o a algún fallo en el alternador del coche.
Otro posible indicio de que un coche no tiene bien la batería es que le cuesta arrancar, sobre todo cuando hace frío. Aunque este problema también puede deberse a otras causas como problemas en el motor de arranque, bujías o calentadores.
El polímetro: la prueba del algodón
Para realizar una prueba más fiable de cómo está la batería del coche necesitamos unos guantes de plástico (para hacer esta comprobación más seguros) y un polímetro (también llamado multímetro) que es el aparato que sirve para medir el voltaje y que nos dirá el nivel de capacidad.
Podemos hacernos con un polímetro por menos de 20 euros a través de internet o en cualquier ferretería.
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Antes de realizar esta prueba, es recomendable haber conducido durante al menos media hora y haber estado con el coche parado durante otra media hora. Abre el capó y cierra el coche para que no quede nada que esté usando la batería de manera residual.
La batería suele estar visible en uno de los lados al abrir el capó de un coche. Algunos modelos de coche tienen una tapa de plástico que será fácilmente extraíble quitando un par de tornillos.
Hay que configurar el polímetro en modo voltímetro (en la rueda de opciones, la que pone una V) y con 20 V. Debemos poner el cable negro en el borne negativo y el cable rojo en el borne positivo.
El voltaje debe de estar entre los 12 y los 13 V. Cuanto más se acerque a 13, más capacidad restante tiene esa batería. A medio camino es que la batería ya comienza a gastarse. Si tiene menos de 12,3 V, hay que sustituir esa batería cuanto antes.
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Foto | StockSnap
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