Baterías secundarias para camperizar una furgoneta: qué tipos hay y qué opciones son las mejores
Una parte fundamental para la instalación de una furgoneta camper es una batería secundaria. Estas baterías se destinan a alimentar las funciones de vivienda de nuestra furgoneta y elegir la batería apropiada es vital para poder viajar sin preocupaciones.
Normalmente se equipa una batería auxiliar y las furgonetas más grandes y las autocaravanas pueden equipar dos baterías aparte de la principal, pero una buena camper nunca debería ir solo con una batería, y hoy vamos a explicar por qué.
¿Para qué necesito una segunda batería en una camper?
Tanto los coches como las furgoneas vienen equipadas de serie con una batería, dejando al margen las baterías de los coches híbridos, híbridos enchufables, microhíbridos y, por supuesto, eléctricos. Esa es otra historia que no viene al caso.
Este elemento es fundamental porque hace las veces de acumulador de energía tanto para arrancar el coche desde parado como para abastecer de electricidad a los elementos eléctricos del vehículo mientras el alternador genera electricidad que se destina a recuperar este consumo.
En una instalación eléctrica de una furgoneta camper podríamos (de una manera muy optimista) pensar que podemos tirar de la batería principal para alimentar el consumo de los accesorios que instalemos en la zona de vivienda.
Y en cierto modo podría ser así en el hipotético caso de utilizar los accesorios mínimos durante un tiempo muy limitado, puede que en una camper muy pequeña para salidas muy puntuales, pero siempre correríamos el riesgo de que, ¡oh, sorpresa!, al intentar arrancar nos hubiéramos quedado sin batería.
Para evitar situaciones desagradables lo suyo es tener una segunda batería. Esta segunda unidad se cargará a través del alternador, igual que la principal, pero quedando aislada del circuito cuando el motor no esté funcionando a través de un relé. Así, el consumo eléctrico de los elementos de la vivienda tampoco afectará a la batería principal.
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Toda la instalación hay que asegurarla mediante la elección de un cableado con sección apropiada, un fusible adecuado y, si lo creemos necesario, un cortacorrientes. A partir de ahí, fantasía y esquemas eléctricos, pasando todo el cableado de los accesorios por cajas de fusibles, tubos corrugados y con la sección apropiada para evitar sobrecalentamiento y el consiguiente riesgo de que algo se queme.
¿Qué tipos de batería hay para las furgonetas camper?
Todas las baterías funcionan de la misma manera: un ánudo, un cátodo y un electrolito que reaccionan químicamente liberando electrones, pero no todas son iguales. A la hora de meternos en faena, tenemos que elegir la batería más apropiada para nuestra instalación. Una decisión que tendremos que tomar con consideraciones más allá del presupuesto.
Baterías de ácido
Las baterías de toda la vida son las baterías de plomo y ácido, y son la que equipa prácticamente cualquier vehículo como batería principal. Están altamente extendidas principalmente porque su coste es el más bajo de todas las existentes.
Son las más baratas pero no son ni mucho menos las más indicadas para una camper. Soportan peor los ciclos de descarga lenta, son voluminosas y las más pesadas de todas, además de tener que instalarse siempre en posición vertical.
Su precio dependiendo del amperaje anda entre los 100 y los 150 euros.
Baterías AGM
El siguiente tipo son las baterías AGM (Absorbed Glass Material), que a diferencia de las anteriores son más seguras. Están completamente selladas y no están compuestas por sustancias químicas tóxicas. Salvo bocarriba se pueden instalar en cualquier posición, lo que ayuda a la hora de ocultarlas en el interior de una camper.
Tienen un precio intermedio (entre 150 y 400 euros), una vida útil larga (hasta 7 años) y un índice de autodescarga muy bajo (de hasta el 3% mensual frente al 15% de las de ácido). Además están indicadas para responder bien ante las cargas de una instalación fotovoltaica.
Baterías de gel
Las baterías de gel son similares a las de AGM, aunque con una ventaja principal: su durabilidad es mucho más alta, son capaces de durar hasta 12 años costando solo un poco más que las AGM.
Al igual que las anteriores, las baterías de gel van selladas y se pueden colocar casi en cualquier posición pero hay que tener en cuenta su principal inconveniente: no se llevan bien con las cargas del alternador. El voltaje de salida del alternador es de 14,5V, y las baterías de gel deben cargar a 13V.
Necesita un ritmo de carga más lento, así que hay que intercalar un separador o cargador de baterías especial entre la batería y el alternador de la furgoneta, encareciendo aún más el coste de la instalación.
Baterías de litio
Por último tenemos las baterías de litio, que son técnicamente el mejor recurso de almacenamiento energético para una furgoneta camper o una autocaravana.
Pueden soportar descargas profundas de hasta el 100% frente al 50% recomendado en el resto de baterías para que no resulten dañadas y reducen considerablemente tanto su peso como su tamaño.
Batería de gel de 120 Ah para barcos, 12 V, batería de arranque.
Ahora bien, actualmente salvo que el proyecto no necesite baterías realmente pequeñas y ligeras y que el presupuesto no sea un problema, no compensa su instalación porque su precio puede ser hasta cuatro veces el precio de una batería equivalente de los otros tipos.
¿Qué amperaje necesito para mi furgoneta camper?
Ahora que sabemos que lo más apropiado como segunda batería es una de tipo AGM o de gel, toca elegir el amperaje apropiado. Lo primero es tener en cuenta que este tipo de baterías no deberían sufrir descargas profundas, por debajo del 50%.
A partir de ahí tendremos que calcular el consumo eléctrico aproximado al día mirando qué equipamiento eléctrico vamos a instalar y calculando un uso aproximado al día. No nos vamos a meter a hablar de la Ley de Ohm ni la Ley de Watt, pero sabiendo la potencia de cada accesorio, que el voltaje va a ser siempre de 12V y el tiempo de uso aproximado en horas al día, el resultado es los Amperios que vamos a consumir.
Haciendo un sumatorio y dependiendo del equipamiento y del tiempo de uso, nos puede salir un consumo total de entre 40 y 50 Amperios. Si sabemos que la batería no debe bajar del 50% de su capacidad, tendríamos que irnos como mínimo a baterías de 100 Ah.
En cualquier caso, lo mejor es instalar baterías que tengan una capacidad superior para curarse en salud. Así, en mi camper con nevera, calefacción (en invierno), iluminación LED, inversor para cargar el portátil, cargas USB para el teléfono y grifo para el fregadero, tengo instalada una batería AGM de 120 Ah.
Hay que tener en cuenta que ese consumo lo hemos calculado para un día. Si vamos a estar más de un día consumiendo lo ideal es darse una vuelta con la furgoneta para que el alternador cargue la batería secundaria o que instalemos una placa solar como apoyo, pero de eso ya hablaremos más adelante.
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