Si haces más de 25.000 kilómetros al año, estás por encima de la media de kilómetros de un coche normal, con una media (usando solo días laborables) de 100 kilómetros al día. Con tantas horas y kilómetros de conducción lo suyo es que tengas un coche que se ajuste al máximo a tus características.
No solo de ahorro de combustible estamos hablando, hay ciertas características que harán que hacer tantos kilómetros con tu coche sea más seguro, cómodo y rápido.
El consumo, principal factor
Hacer tantos kilómetros repercute en el bolsillo, cualquier exceso, por pequeño que sea, en el consumo del coche, a la larga supondrá un buen pellizco en nuestra economía.
Hasta hace años, el mejor combustible para este tipo de conducción era el diésel, ya que además de ser más barato (cada vez hay menos diferencia), consume de media entre un 15 o 20% menos que un coche de gasolina. Sin embargo, la fama del diésel ha caído en picado en detrimento de los coches de gasolina y, sobre todo, de los nuevos combustible, debido a sus índices de contaminación.
Índices de contaminación que ahora mismo son prácticamente similares a un motor de gasolina. Hace 15 años, los motores diésel sí emitían muchas más partículas a la atmósfera que uno de gasolina, ahora esa cifra prácticamente se ha igualado, de hecho, a nivel de CO2 el motor de gas-oil es menos contaminante. Tanto en un caso, como en otro, en el caso de un coche nuevo, la DGT clasifica a ambas motorizaciones con la etiqueta C.
Otros combustibles
Una de las alternativas a estos clásicos del combustible son los motores bi-fuel. Se trata de coches que funcionan con gasolina y gas. Hay dos tipos de gases el GLP (Gas licuado del petróleo) y el GNC (Gas natural comprimido). El GNC logra unos mejores consumos de media.
El GLP, que se mide en litros, tiene un consumo algo superior al diésel, pero ese consumo se compensa con el precio del combustible. En octubre de 2021 este precio es de 0,6 euros el litro, mientras que el diésel se acerca al euro y medio. El número de estaciones de servicios con GLP es alto y es muy probable tener cerca de casa o del trabajo una.
El GNC, que se mide en litros, y tiene un consumo muy bajo, por poner un ejemplo, el Seat León TGI de 2019 tiene un consumo medio de 3,5 kilos a los 100 kilómetros. El precio del kilo de GNC está (en octubre de 2021) en torno a los 75 céntimos el kilo. Por consumo es una opción muy interesante, pero tiene el contrapunto de que las estaciones de GNC son muy pocas y si una de estas estaciones no está en tu camino habitual, no interesa.
En coches híbridos destaca su bajo consumo en urbano, debido al uso en exclusividad del motor eléctrico, tanto enchufables como no enchufables. Pero en carretera, la ayuda de su motor eléctrico también hace que los índices de consumo sean algo menores que los de un coche diésel o gasolina.
Respecto a los vehículos eléctricos, lo primero que hay que hacer es: ¿cuántos kilómetros vas a hacer al día? El mercado de los coches eléctricos ha evolucionado y ya existen coches con autonomía más que suficiente. Según el kilometraje que hagas al día, tendrás que elegir uno u otro modelo.
Es la opción más rentable, pero hay que tener en cuenta que debemos de tener una estación de carga en el garaje de nuestra casa (o de nuestro trabajo), para que el coche se cargue y no haya que hacer cargas por fuera. Salvando el obstáculo de tener que montar una estación de carga en casa, esta opción es muy interesante.
Otros aspectos a tener en cuenta
Para andar habitualmente por carretera, necesitamos un coche que tenga buena respuesta. Un coche a partir de 120 CV de potencia en el caso de que sea un coche mediano se puede desenvolver bien en la carretera. Deberemos aumentar a 140 CV si es que se trata de un coche diésel. La potencia es, como norma general, directamente proporcional al consumo de un coche.
La comodidad cuando se están haciendo tantos kilómetros al volante es muy importante. Que el coche sea amplio y confortable se va a agradecer. Las carrocerías Sedán o Berlina pueden ser una buena opción, en el caso de precisar más espacio nos podemos ir a una carrocería familiar.
Las ayudas a la conducción cuando se hacen tantos kilómetros se vuelven todavía más importantes. Con la evolución de la tecnología son cada vez más las ayudas que ofrecen las marcas en sus coches, pero si tenemos la posibilidad de elegir estaría bien que el coche tuviera ABS, detector de fatiga, control de crucero y detección de salida del carril.
Por último, cuando se está en carretera tanto tiempo la probabilidad de encontrarse con un atasco es muy alta, tener un GPS con información del tráfico a tiempo real nos va permitir regatear ese tráfico y llegar antes a nuestro destino. El GPS puede ir montado directamente en el navegador del coche o puede funcionar si el coche está conectado a nuestro teléfono móvil con sistemas con CarPlay o Android Auto.
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