La asociación española de operadores de gas licuado del petróleo, GLP o autogás, informa de que en España ya hay más de 300 estaciones de servicio en España con surtidores de GLP donde repostar los automóviles que están adaptados a usar gas. En los primeros meses de este año se han añadido a la lista 32 nuevos puntos de suministro, la mayoría de ellos en Cataluña, Andalucía y Comunidad Valenciana.
Como muchos sabréis el GLP es una mezcla de gases de origen fósil, principalmente butano y propano, que o bien se encuentran junto a los yacimientos de petróleo crudo o gas natural, o bien se obtienen como productos de la destilación en la refinería. En España la generalización de este combustible alternativo se ha hecho de rogar y llega más tarde que en otros países de Europa o América.
En España aproximadamente 28.000 conductores ya utilizan GLP, y se estima que para el año 2017 podrían ser 200.000 los vehículos a GLP, adaptados a posteriori, o preparados ya de fábrica, que circularán por nuestras carreteras. Hay dos ventajas importantes del GLP: es más barato que la gasolina y genera menos emisiones que el gasóleo.
Ahora lo que nos falta es que se amplíe también con la misma animosidad la red de estaciones de servicio con GNC, gas natural comprimido, todavía más económico que el GLP y de emisiones ligeramente inferiores. Los fabricantes poco a poco ya se van animando a ofrecer versiones preparadas de fábrica. Hace muy poco fue el caso de Ford, que presentó gama a GLP, o SEAT, con varios modelos a GNC, por citar algunos (pero también están apostando otras marcas como Opel, Fiat, Alfa Romeo, Citroën, etc).
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