Después de una época dorada que duró hasta los años 30, los dirigibles han ido paulatinamente dejando de formar parte de nuestra vida en detrimento de otro tipo de transporte más sencillo y sobre todo, seguro. Pero ahora, casi un siglo después de sus primeros vuelos este tipo de aeronaves parece que tendrán una segunda oportunidad como naves de servicio en el ártico.
La británica Hybrid Air Vehicles se ha propuesto resucitarlos para dar servicio en localizaciones de difícil acceso , donde los aviones de transporte no pueden tomar tierra, y donde la construcción de carreteras no está justificado económica o mediambientalmente. Es por eso que esta ha llegado a un acuerdo con la Canada Discovery Air Innovations para la construcción de dirigibles capaces de transportar hasta 50 toneladas con un coste operativo hasta cuatro veces más barato que otras opciones.
La seguridad también ha evolucionado y si en los inicios de esta tecnología el globo estaba lleno de hidrógeno y marcos de metal, lo que ha provocado algunos de los mayores desastres de la historia de la aviación, ahora se utiliza helio no inflamable, lo que lo convierte en una opción económica, segura y flexible, que según sus diseñadores no ha tenido una mejor aceptación hasta el momento por una simple falta de confianza, algo que parece que ha comenzado a cambiar.
Vía | Wired
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