Son muchos los frentes que el fabricante alemán tiene abiertos en la búsqueda de lanzar una gama lo más amplia y que al mismo tiempo garantice unos niveles de calidad y satisfacción para los compradores. Es por ello que han firmado acuerdos con fabricantes como Tesla, con la intención de intercambiar conocimientos y tecnología, además de hacerse un sitio en nuevos mercados.
Para ello está diseñando toda una gama de coches que abarcará prácticamente todos los segmentos, desde el pequeño Smart, pasando por el Clase A, una versión impulsada por una pila de combustible, e incluso el superdeportivo SLS, que recibirá una espectacular preparación que le permitirán incluso mejorar las prestaciones de la versión con motor de combustión.
Es por ello que vamos a realizar un repaso a sus proyectos y de esta forma veremos en que estado se encuentra cada uno de ellos y sus posibilidades de cara a un desembarco alemán en el mundo de la movilidad eléctrica, hasta ahora copado por los fabricantes japoneses y americanos y con la alargada sombra que comienza a llegar desde China.
Smart ED
Empezamos este repaso con el más pequeño de la gama, el Smart ED, uno de los primeros en recibir la aprobación por parte del consejo de Daimler para comenzar su producción y también uno de los que mejor se adapta a las características urbanas de la primera generación de coches eléctricos que se ven limitados por el corto alcance de sus baterías lo que les obliga a una vida dentro de las ciudades, y es ahí donde el Smart mejor se desenvuelve por sus reducidas dimensiones.
Este montará un motor con una potencia máxima de 30 kW, y un par de 120 Nm disponibles desde cero revoluciones, que le permitirá alcanzar una velocidad máxima limitada a 100 km/h, a nuestro entender, más que suficientes. Por su parte el pack de baterías aún no ha sido oficialemte seleccionado pero se espera que tenga una capacidad de 16,5 kWh suficientes para recorrer una media de 135 kilómetros con cada carga según el ciclo NEDC, pero Daimler asegura que el modelo final podría llegar a los 200.
La fecha de salida al mercado está fijada para mediados del próximo año y sobre el precio los responsables de la marca solamente han comentado que será bastante más elevado que el modelo con motor de explosión, por lo que podemos especular con una cifra por encima de los 20.000 euros.
Clase A E-Cell
El Clase A E-Cell es también un veterano en el programa eléctrico de Mercedes que desde hace ya unos años está realizando pruebas con una plataforma muy adecuada para alojar las pesadas y voluminosas baterías en los bajos del vehículo, apostando por un diseño en sándwich de las mismas, lo que le permite mantener casi intacto tanto en espacio disponible para los ocupantes como la zona destinada a la carga que cuenta con unos generosos 435 litros.
Estará fabricado en la planta que Mercedes tiene en la localidad alemana de Rastatt y a pesar de que las pruebas se están realizando con un generoso pack de litio con 36 kwh de capacidad, que según Mercedes son suficientes para recorrer una media de más de 200 km con cada carga, aunque es de suponer que la versión final disponga de un pack de menor tamaño.
El motor del Clase-A tendrá una potencia nominal de 50 kW, 70 kW máxima, con un par de 290 Nm disponibles desde cero revoluciones, que le permiten alcanzar una velocidad de 150 km/h y llegar a los 100 km/h en 14 segundos.
Su llegada se espera para finales del 2012 y de momento nada se sabe de sus precios.
Clase B F-Cell
Las siglas F-Cell suponen que el modelo en cuestión dispone de un sistema eléctrico pero en lugar de una batería, este es alimentado por una pila de combustible. En este caso supone un camino diferente respecto a los eléctricos puros y una tecnología que deberá enfrentarse a muchos desafios si quiere obtener un hueco en el mercado y con ello dejar de ser siempre el futuro, para convertirse en presente.
Algunos de estos inconvenientes se centran en el elevado precio de la tecnología, muy pr encima de los eléctricos puros, el también elevado coste de las estaciones de servicio, y su discutido rendimiento en ambientes poco propicios como los de frío extremo. Por contra, solamente encontramos en el lado positivo de la balanza, aunque un lado muy importante, el aspecto de la rápida recarga que nos permite disponer de grandes autonomías y recargas similares a los coches con motor de combustión.
En este caso el Clase B F-Cell opta por un motor de 100 kW, con un par motor de 290 Nm, que le permite alcanzar una velocidad máxima de 170 km/h. Por su parte, el hidrógeno se almacena en un depósito a 720 bares, que le proporciona una autonomía según el ciclo NEDC de nada menos que 385 kilómetros con cada carga. Dispone de una batería de litio de 1,4 kWh de capacidad, que tiene la misma utilidad que en un híbrido, esto es, proporcionar una ayuda en momentos de alta demanda de potencia y al mismo tiempo almacenar la energía recuperada mediante el freno regenerativo.
¿La fecha de venta? pues de momento no está claro ni si llegará a salir de forma comercial, ante el imparable empuje de las baterías de litio que cada año mejoran sus prestaciones al mismo tiempo que reducen peso y precios, por lo que la pila de combustible podría limitarse a un uso profesional.
En el siguiente capítulo os hablaremos de los otros miembros de la familia eléctrica de Mercedes, como el espectacular SLS E-Cell, con sus cuatro motores en rueda, la trabajadora Vito E-Cell e incluso un modelo algo olvidado en los últimos tiempo, el BlueZERO E-Cell, la visión de un eléctrico con extensor de autonomía del fabricante germano.
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