Poco a poco las competiciones de coches eléctricos van ganando su cuota de mercado gracias a su silencio de rodaje, que les facilita el acceso a entornos urbanos, su practica ausencia de mantenimiento y por supuesto, la diversión que un motor con la entrega de par lineal proporciona.
Pero como todos los demás vehículos, estos pueden sufrir un accidente, como han sido testigos los asistentes al pasado Gran Premio de Pau, Francia, donde uno de los participantes ha tenido la mala suerte de irse contra el muro y provocar con ello un pequeño tumulto, por suerte sin daños personales.
Como podemos ver en la imágenes, no hay aceite en la carretera, ni peligrosos fuegos, ni público con tapones en los oídos...solamente un par de coches parcialmentes dañados y la sensación de que las competiciones de coches eléctricos, disfrutarán un importante incremento en los próximos años.
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