Un estudio de un banco alemán asegura que en diez años el precio de los coches eléctricos se igualará con el de los coches térmicos o que incluso podría ser más bajo. También comenta que esta bajada en el precio de los coches será determinante para que la gente pueda acceder a esta tecnología, y sin necesidad de ayudas públicas.
El gran pero del coche eléctrico es la batería. Este es el componente que encarece enormemente el coste del vehículo. La parte positiva es que en los últimos años gracias a la mejora en las técnicas de fabricación y a las economías de estala, el precio de los acumuladores está bajando de forma importante.
La otra cara de la moneda está en los coches térmicos. Cada vez hay más conciencia ecológica y las normativas anticontaminación se endurecen cada año que pasa. Para poder seguir vendiendo coches los fabricantes tienen que invertir mucho dinero en investigación y aumentar la complejidad de los motores lo cual al final repercute en el precio de los coches.
Por el contrario el motor de un coche eléctrico es realmente sencillo y barato. Además no hay que invertir mucho dinero en mejorarlos porque con un rendimento superior al 90% que presentan estas máquinas, apenas queda margen para la mejora.
Vía | Inside EVs En Motorpasión Futuro | ¿Qué hay que respirar exactamente para que Madrid restrinja el tráfico?
