Como ciclista urbano que soy, considero la bicicleta como el medio ideal de transporte para distancias inferiores a 10 kilómetros. Es un transporte rápido, barato, sostenible y que encima nos alarga la vida al realizar una actividad física moderada. Pero no todo el mundo puede (o quiere) desplazarse usando exclusivamente su fuerza, y ahí es donde entran las bicicletas eléctricas para aliviar un poco de la carga de movernos.
La mayor parte, por no decir todas, las bicicletas eléctricas en el mercado disponen de una batería que ha de ser recargada en un enchufe, convirtiéndolas, utilizando un símil de los coches, en "ciclos híbridos enchufables". Pero muy pocas bicicletas se comportan como un coche híbrido al uso, recuperando exclusivamente la energía sobrante del motor (en este caso nosotros) para reutilizarla en momentos donde se necesite realmente.
Una spinoff del Politécnico de Milán ha desarrollado otra bicicleta eléctrica que no necesita ser enchufada, la E-novia, convirtiéndola en un medio de transporte ideal para afrontar las cuestas de las ciudades con el único CO2 emitido de nuestra respiración. Otro modelo de este estilo del que os hablamos el año pasado es la Copenhaguen Wheel de SENSEable City Lab.
La E-novia dispone de un sistema de control mediante un smartphone vía bluetooth que optimiza la gestión de la potencia entregada a la bicicleta, haciendo que en caso de que nuestro pedaleo sea más fuerte de lo necesario, la energía se almacena en la batería, para ser luego devuelta cuando la situación se complique en una subida o al arrancar desde parado en un semáforo; tal como si fuéramos en un coche híbrido cualquiera.
Gracias al sistema híbrido, se pueden recorrer distancias hasta un 30 o un 40% superiores por el aumento de la eficiencia de nuestro pedaleo. Está claro que los creadores se han basado en un coche híbrido, y nosotros somos el motor de combustión que emite el CO2 a la atmósfera.
No soy particularmente un fan de las bicicletas enchufables, siempre me parecieron que convertir un vehículo que de por sí es 100% libre de emisiones (descontando fabricación, claro está) en un vehículo con emisiones debido a la electricidad de la red no era una buena idea, pero en este caso no sólo nos ayuda al pedaleo, sino que encima nos hace más eficientes en nuestro movimiento, y respetando la naturaleza libre de emisiones de la bicicleta.
Por ahora estamos ante un proyecto inicial, pero no sería de extrañar que esta Bianchi adaptada comenzara a rodar por las calles de las ciudades europeas a no mucho tardar, ya que la idea es buena y probablemente más económica que las grandes baterías que utilizan las bicicletas enchufables.
Vía | Tutto Green En Motorpasión Futuro | ¿Qué es una bicicleta eléctrica?