Con permiso de Honda, quizás Toyota sea por ahora el fabricante que parece estar más cerca de ofrecer un coche eléctrico de pila de combustible de hidrógeno a un precio más bajo, o al menos eso promete. Desde luego no será el primero en comercializar un coche a hidrógeno, ahí están el Honda FCX Clarity, el Mercedes-Benz Clase B F-Cell (que se alquiló, pero ahora está cancelado), o el Hyundai ix35 FCEV, claro que estos son considerablemente más caros, y se alquilan o venden (caso del Hyundai) a muy pequeña escala.
Toyota afirma haber reducido en unos 700.000 euros los costes de producción de su coche eléctrico de pila de combustible de hidrógeno. Esto parece una reducción enorme, pero semejante reducción se refiere al coste de partida de un prototipo, así que no cabe otra opción más que abaratarlo. ¿Habrá sido suficiente para lanzar un coche más barato que todos los demás?
Por unos 50.000 a 100.000 dólares
Una referencia de precio más realista, a día de hoy, es la del Hyundai ix35 FCEV, que ya se vende a nivel empresa, y que se pretende vender en la primavera de este año a todo tipo de clientes. Viene a tener un precio de unos 125.000 euros en Europa. Es bastante menos que los 500.000 a un millón de euros que viene a ser lo que estaba costando cualquier unidad de preserie para pruebas de los fabricantes que andan trabajando sobre estos coches, pero sigue siendo muy caro.
El "órdago" que ha lanzado Toyota ante el resto de fabricantes es afirmar que para 2015 (el año que viene, ojo) pondrá a la venta un coche eléctrico de pila de combustible de hidrógeno por entre 50.000 y 100.000 dólares, lo que al cambio actual vienen a ser unos 36.500 a 73.000 euros. Pero claro, la horquilla de precios es muy grande, seguramente para no pillarse los dedos, y puede pasar de todo.
Se trata del Toyota FCV, un sedán grande cuyo diseño aún no está del todo definido, vista la poca aceptación que ha tenido el diseño del prototipo, y que tendría unos 136 CV de potencia y unos 500 km de autonomía, eso así, almacenando 5 kg hidrógeno a 700 bares, presión muy alta (casi 700 veces la presión atmosférica).
El precio desde luego ya no asusta tanto, y suena a bastante menos de lo que estábamos acostumbrados, sobre todo si nos ponemos en lo mejor. 36.500 euros suenan muy bien, y se podría considerar relativamente asequible, sin ser barato. En cambio 73.000 euros ya no suenan tan bien y no se puede decir que sería un coche asequible. El margen de la horquilla nos puede jugar una mala pasada.
Lo que puede suceder además es que la cifra casi mágica que resulta de pasar de dólares a euros, que en principio da bastante menos, luego no lo sea. Y es que suele ocurrir que casi siempre se aplica un cambio 1:1 y el precio para Europa será más bien de entre 50.000 y 100.000 euros, que sin ser una cifra prohibitiva (en el mejor de los casos), ya es mucho dinero para la mayoría de compradores (o muchísimo, en el peor de los casos).
Algunos periodistas de medios extranjeros, que han podido probar alguna de las unidades de preproducción del Toyota FCV, y que también han podido hablar con ingenieros y responsables de la marca, aportan algunos datos un poco más precisos. Se habla de que el coste de la pila de combustible podría ser de alrededor de unos 50.000 dólares, y que el precio del coche estaría cerca de los 100.000 dólares (vaya, parece que nos ponemos más bien en el peor escenario, en la parte alta de la horquilla de precios).
Un coche eléctrico de pila de combustible de hidrógeno es por naturaleza bastante caro porque tecnológicamente es bastante complejo y sus componentes son caros, o carísimos. En un coche de este tipo encontramos un motor eléctrico y una batería, y además un tanque de hidrógeno y una pila de combustible. Y aquí está lo carísimo, estos dos elementos cuestan, a día de hoy, tanto como un coche, o dos.
Toyota no ha querido entrar en demasiados detalles, pero sí ha explicado que precisamente son estos dos aspectos los que ha atacado, tanque y pila, y de hecho llevaba tiempo detrás. Ya en 2011 Toyota hablaba de marcar como objetivo tener un coche de hidrógeno por unos 45.000 euros y explicaba que había que reducir los costes de los materiales del tanque, los estructurales, capaces de soportar la altísima presión, pero también los aislantes térmicos, y reducir el coste de la pila de combustible utilizando mucho menos platino.
Parece ser que Toyota ha desarrollado una pila de combustible que reduce a algo menos de la tercera parte el contenido de platino. Como muchos sabréis el platino es un metal precioso, algo más caro que el oro, y es lo que realmente encarece la pila. Cuanto menos haya que utilizar, más barata saldrá la pila de combustible. Todos los fabricantes están intentando reducir al mínimo la cantidad de platino en la pila para bajar aún más el precio.
No parece, por lo que se conoce, que vayan a recurrir a alguna de las soluciones que se han visto últimamente de pilas de combustible sin platino, y que por ahora son logros de laboratorio, y sobre los que habrá que trabajar todavía un poco más, para poner a prueba, implementar en pilas de combustible viables en un coche y comprobar su durabilidad. Me refiero por ejemplo a las pilas CellEra, a las de nanoplaquetas de grafeno y nitrógeno, o a las de gelatina, hierro y magnesio. Habría que esperar a una siguiente generación de coches.
En 2015 no, quizás en 2020 sí
Aún con los plausibles avances en reducción de costes anunciado por Toyota, se rumorea que para el lanzamiento, y durante unos años, Toyota podría incluso vender el coche a un precio inferior al de coste, para cumplir con los 100.000 dólares "prometidos".
Hay que reconocer que esto podría ser así mientras termina de abaratarse la pila de combustible, el tanque de hidrógeno y el coche al completo, quizás durante dos a cinco años, gracias a los procesos de fabricación en masa y economía de escala. De hecho con el primer modelo híbrido, la primera generación del Prius, parece ser que Toyota también perdía algo de dinero por coche, pero lo veían como una inversión y apuesta por la tecnología a medio y largo plazo (y parece que les salió bien).
Para 2020 Toyota espera llegar a coches eléctricos de pila de combustible de hidrógeno por unos 30.000 dólares (unos 22.000 euros al cambio), que podría traducirse en un coche de hidrógeno en Europa por unos 30.000 euros (ya sabéis, 1:1).
En estas encontramos a casi todos los fabricantes que están involucrados en proyectos de hidrógeno: más o menos las mismas fechas, más o menos los mismos objetivos de precios "asequibles". Ford, Renault-Nissan y Daimler dicen que esperan tener un modelo de hidrógeno de precio asequible en 2017, claro que no precisan precio, para curarase en salud. Ya veremos si al final lo consiguen o no.
Honda también podría, y debería, tener mucho que decir, con una segunda generación del FCX Clarity que estaría por llegar en 2015, y que seguramente mejorará la sobresaliente, aunque cara, primera generación lanzada en 2008. Habiendo aprendido de toda la experiencia adquirida en este tiempo, debería traducirse en una amplia ventaja tecnológica, que también debería traducirse en ser capaz de reducir costes. Será interesante ver la contienda entre Honda y Toyota.
Es decir, lo que parece es que en 2015 seguiremos sin tener un coche eléctrico de pila de combustible de hidrógeno asequible, pero con suerte, si se cumplen las previsiones y deseos de los fabricantes, tal vez en 2020 sí tengamos uno razonablemente asequible, en torno a esos 30.000 euros de los que se habla. De si realmente deberíamos querer un coche eléctrico de pila de combustible de hidrógeno, hablaremos otro día.
¿Vosotros qué pensáis?
En Motorpasión Futuro | ¿Ha avanzado "algo" el hidrógeno en estos años?