La mayor desventaja técnica de los coches eléctricos a día de hoy es el tiempo necesario para recargar la batería. Independientemente de la red utilizada y del modelo de coche, los 20 minutos o media hora en el mejor de los casos para obtener una autonomía de más de 200 km no nos la quita nadie. Geely quiere salvar este escollo devolviendo a la luz una concepto que otros ya han intentado: intercambio automático de batería en un área de servicio.
Geely ha pasado los últimos tres años desarrollando su propia tecnología de infraestructura de intercambio de baterías. Y las primeras estaciones modulares de intercambio de baterías ya están operativas en las provincias chinas de Chongqing y Shandong a modo de prueba piloto.
En la ciudad Shandong, Geely ha establecido estaciones de intercambio de baterías en 39 puntos, con la intención de ampliar la cobertura de la ciudad hasta alcanzar las 200 estaciones de intercambio en 2023.
Y no es solo en esa ciudad, Geely Technology Group ha firmado un acuerdo con Chongqing Expressway, para llenar las autopistas de esa concesionaria de estaciones de intercambio de baterías en cinco de sus áreas de servicio como prueba piloto antes de una mayor expansión.
Además, el primer coche del grupo en poder utilizar esta tecnología, el Maple 80V, se puso a la venta el pasado 10 de marzo. Se trata de un monovolumen de 4,70 m de alrgo derivado del Geely Jiaji.
El Maple 80V, a nivel técnico no se diferencia de otro coche eléctrico. Cuenta con un motor de 100 kW (136 CV) y 230 Nm de par motor y una autonomía de 415 km (ciclo NEDC). Y por supuesto, puede monitorizar el uso de la energía en tiempo real y encontrar estaciones de intercambio de baterías cercanas, como un eléctrico es capaz de indicarnos donde está el punto de carga más próximo.
La diferencia es lo que no se ve. Así, en el sistema de Geely, el conductor no necesita salir del coche durante el intercambio de baterías. Es una operación totalmente automatizada y que se lleva a cabo en tan solo 60 segundos. En menos tiempo que se tardaría en repostar un coche de gasolina, el conductor del Maple 80V estaría de nuevo en su ruta.
Intercambio de baterías, el retorno
La idea de Geely no es nueva. Hace diez años, Renault, entonces dirigida por Carlos Ghosn, experimentó con el proyecto Better Place, consistente en una flota de coches eléctricos con baterías intercambiables en Israel y Dinamarca. Basados en el Renault Fluence eléctrico y con estaciones de intercambio dedicadas, el proyecto fue finalmente abandonado.
Ahora, frente a las dificultades técnicas y de coste que supone lograr batería que se puedan cargar de forma rápida en cada ciclo sin mermar su longevidad y su seguridad, es una idea que está resurgiendo. Y no solamente en el caso de Geely, el propio CEO de Renault, Luca de Meo, evocó esa posibilidad en su intervención en el Future of the Car Summit del Financial Times.
"He pedido a nuestros ingenieros que encuentren la solución para volver a la idea original que Renault lanzó alrededor de 2010/11 y tal vez lo veamos en algunos coches. No está decidido, pero lo veo como una oportunidad interesante", explicó durante su intervención.
En China, además de Geely, BAIC y NIO, propone una solución similar. Aunque inicialmente solo para los taxis, subvencionados por el estados. En Pekín funcionan unas 130 estaciones de intercambio (550 en China): el coche entra en un edificio tan grande como un garaje para tres coches y sale con una batería llena de energía, idéntica a la primera, que se lleva automáticamente para cargarla y almacenarla. Toda la operación dura entre tres a cuatro minutos.
Los fabricantes chinos, presionados por el estado para proponer coches de energías limpias, buscan soluciones rápidas más allá de los incentivos estatales para que la clientela adopte rápidamente el coche eléctrico. Y una solución pasa por eliminar el mayor escollo para que se imponga: los tiempos de carga.
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