El anuncio de coches que ha realizado Audi para esta Navidad es, como mínimo, curioso. En una primera lectura vemos una de esas escenas de tienda de juguetes que cobran vida, a lo 'Toy Story', luego entramos en una acción de esas que molan en el típico cine de persecuciones, finalmente el contrapunto y la moraleja son de esos que lo mismo te pueden decir: "Mira, pues es verdad" que "Vaya, pues claro", que hacerte sacar espumarrajos por la boca y jurar en arameo.
El que esto firma se queda con la segunda posición. La primera la descarto porque a estas alturas de la vida estoy ya curado de espantos y de supuestas novedades; y la tercera, porque de cavernícola me queda más bien poco. Pero vamos a lo que vamos. Este es el vídeo en cuestión:
Tocando la moral sin exceso de moralina
Como decía, mi reacción es: "Vaya, pues claro". Entonces, ¿por qué me parece un buen anuncio para una marca de coches?
Es más, ¿por qué digo que es, como mínimo, curioso?
- Los responsables de este anuncio toman un papel crítico con la sociedad desde una posición privilegiada (la posición de una marca de coches que vende a cascoporro y a unos precios no precisamente bajos), y eso siempre le viene bien a una sociedad a la que conviene despertar de vez en cuando de su letargo idiotizante. Positivo para la tropa de Audi, por considerar este tema como centro de su campaña navideña.
- Otro positivo viene porque el registro utilizado en la elaboración del vídeo, y de la campaña en general, es muy adecuado. Este mismo mensaje podía haber derivado, fácilmente, en un exceso de ñoñería o en un exceso de moralismo. Ni lo uno ni lo otro. Hay razones objetivas y consecuencias derivadas.
- Es curioso, porque el sector del automóvil es uno que tradicionalmente se ha nutrido de estereotipos que abundaban en la diferencia de género de forma agresiva. Lo de "mujer tenía que ser" y todo eso. Si insultante es para una persona de género femenino que conduzca, igualmente insultante debería ser para una persona de género masculino que lo haga.
Llegados a este punto, vale la pena echar un ojo a las razones por las cuales Audi ha puesto en marcha esta campaña, a saber:
- Porque los juguetes tienen un papel clave en el desarrollo de las habilidades, y estas deberían desarrollarse por igual en niños y niñas.
- Porque los juguetes que elegimos pueden influir en los futuros intereses o vocaciones que desarrollamos desde pequeños.
- Porque, en su primera infancia, los niños y las niñas están libres de estereotipos de género y el juego no debería propiciar la creación de los mismos.
- Porque juguetes como los coches ayudan al desarrollo de la coordinación visio-motriz, la anticipación a los problemas y la originalidad en las respuestas y las muñecas al desarrollo de las capacidades empáticas, las relaciones sociales y el lenguaje.
- Porque de cambiar las reglas del juego depende que el día de mañana más mujeres se interesen por las ciencias, las matemáticas y las ingenierías. Y que los hombres se sientan más competentes en el desarrollo de tareas domésticas y de cuidado.
Todo esto, según José Luís Linaza Iglesias, que es catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación en la Universidad Autónoma de Madrid y que ha colaborado con Audi en esta campaña. Y bien está que lo haya hecho. La reflexión es necesaria y llega en un buen momento. Al fin y al cabo, si no reflexionamos entre todos y desde una perspectiva holística, ya me dirás qué hacemos aquí.
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