La sesión de fotos que el amigo Xabier le hizo al Audi TT S-Line no la hizo porque pasase por allí, sino que son unas de las tantas instantáneas que tomó en la presentación del Audi A5 en el concesionario Brea Móvil, el mismo concesionario donde nos mostró el Audi R8 hace un tiempo.
De todas las fotos del interior del Audi A5 que hemos visto por aquí, ninguna aúna tanto detalle como las de Xabier, en las cuales podríamos ver cualquier mínimo defecto que pueda tener este coche (si es que tiene alguno).
El exterior ya lo tenemos más que revisto, sobre todo después de ver el séquito de Audi A5 y S5 deambulando por Mallorca de hace unos meses. Pero desde esta perspectiva, donde el cromado que cubre el borde de las ventanas, resalta tanto sobre el color negro metalizado de la carrocería merece una mención especial.
Visto así, y con la vista que tiene Xabier para la fotografía, las fotos de prensa pasan a un segundo plano. Sinceramente (y no es peloteo), esta foto me encanta.
Creo que después de ver estas dos imágenes, queda bastante claro la motorización de la unidad presentada en el concesionario. El motor V6 3.0 TDI de este Audi A5 eroga 239 CV y entrega un par máximo constante entre las 1.500 y las 3.000 rpm de 500 Nm, una auténtica barbaridad.
Con él, el Audi A5 alcanza una velocidad máxima autolimitada de 250 km/h y es capaz de hacer el 0-100 km/h en 5,9 segundos. Prácticamente el mismo tiempo que un Audi S4 y 0,7 décimas superior al de un Audi S6. Y estamos hablando de un A5 diésel, ya veremos de lo que es capaz el Audi RS5, ya que el Audi S5 ya supera a sus dos hermanos.
Un sólo vistazo al interior es suficiente para darnos cuenta que estamos ante un habitáculo 100% Audi, donde la exquisitez de los materiales y la sinfonía de tonos claros y oscuros hacen de este interior un apacible hogar para descansar mientras se va al volante.
Si de algo tuviese que quejarme (sí, a veces soy un pelín quisquilloso) sería de esto que véis aquí. La cantidad de botones que pululan alrededor del cambio de marchas agobian sólo de verlos. Y estamos de frente, una vez en el puesto de conducción, acertar en el botón correcto sin apartar la mirada de la carretera, se me antoja bastante complicado.
Así mismo, la posición del climatizador bizona la veo demasiado baja. Posiblemente, en ciudad con la tercera engranada o en carretera abierta con la quinta marcha puesta, la manipulación de este elemento puede que se vuelva algo difícil de hacer.
Sin embargo, si algo me gusta de verdad, son los relojes del cuadro de mandos. Tanto el tacómetro como el velocímetro tienen ese toque de sencillez que a la vez les da ese toque de elegancia. Dos de dos, los del Audi A5 y los del Audi TT...
Fotos | Xabier Martínez
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