Desde que se inventó el semáforo, el sueño de cualquier conductor es tener siempre luz verde. Audi anunció en 2014 que estaba cerca de conseguir ese sueño, dentro de la tendencia a conectar los vehículos a las infraestructuras viales, y es así como nos plantamos ahora en 2019, cuando Audi ya tiene GLOSA, el asistente de velocidad para la optimización de la luz verde de los semáforos (Green Light Optimization Speed Advisory).
El funcionamiento de GLOSA es aparentemente sencillo para el conductor. Cuando nos acercamos a una intersección regulada por semáforos y nos corresponde luz roja, el coche muestra un icono con la forma del semáforo y la cuenta atrás hasta el momento en que la luz pasará de rojo a verde.
Además, el sistema facilita que evitemos los semáforos en rojo, ya que calcula y muestra la velocidad a la que deberíamos avanzar para dar tiempo a que la luz del semáforo pase a fase verde. Usando la información relativa al estado del tráfico, a la posición real del vehículo y a la velocidad a la que se mueve, el sistema ayuda a evitar esas detenciones tan frustrantes para el conductor.
Para que esto sea posible, la comunicación entre el semáforo y el coche debe realizarse por medio de una conexión móvil 4G LTE.
La comunicación entre coches Audi y semáforos es posible ya en 4.600 intersecciones de EEUU
Audi prevé comercializar esta tecnología a partir de este año, mediante una actualización de Audi Connect Prime. Además, en próximas versiones el sistema se conectará al sistema start/stop del coche, de manera que el arranque y parada del motor se podrá vincular al estado real del semáforo.
El sistema será compatible con la navegación del vehículo más adelante, y así se podrán recalcular los tiempos de la ruta teniendo en cuenta el estado de los semáforos para cada recorrido que se esté realizando.
GLOSA de Audi ya se puede usar en más de 4.600 intersecciones de 13 ciudades en Estados Unidos: Las Vegas (Nevada), Los Angeles y San Francisco (California), Orlando (Florida), Dallas y Gainesville, Houston (Texas), Denver (Colorado), Kansas City (Kansas), Phoenix (Arizona), Portland (Oregón) y Nueva York (Nueva York) y Washington D.C.
¿Cuándo estará disponible este sistema en Europa? Por ahora es difícil de precisar. Se calcula que la vida útil de un semáforo está en torno a 25 años, de manera que los plazos para realizar cambios en las infraestructuras serán lógicamente dilatados.
Aparte, estará la relación entre coste y beneficio, sobre todo en lo que se refiere a la inversión que precisa una revolución tecnológica como esta. Por ahora, Audi ha puesto la primera piedra en un proyecto que casi cualquier fabricante de coches sabe que llegará, antes o después, pero habrá que ver cuándo llegará la inversión pública necesaria para sufragar este cambio en los semáforos de las ciudades.
