Desde el 1 de Enero de 2008, el impuesto de matriculación ya no se basa en la cilindrada del motor sino en sus emisiones de dióxido de carbono, CO2. Los automóviles que bajan sus emisiones de 120 gramos por kilómetro están exentos del impuesto, y diversos fabricantes prepararon modelos en torno a 100 CV que bajaban ese registro aunque fuese por los pelos. Pues bien, el efecto se ha notado en las matriculaciones de Enero y Febrero.
Según un estudio de la consultora MSI, los modelos de 0% de impuesto de matriculación experimentaron un aumento del 38,5% respecto a 2007. Los situados en el primer tramo impositivo, el 4,75%, apenas sufrieron una mínima variación del -3,58%. Han sido los siguientes los más perjudicados, con retrocesos notables. Los situados en el 9,75% han sufrido un descenso del 29,77%, y los del 14,75% del valor del coche retroceden un 55,85%, es decir, menos de la mitad.
En vehículos 4x4 los números cantan más alto y más fuerte. Aquí no hay modelos exentos de impuesto de matriculación, pero los del primer tramo, el 4,75% han sufrido un aumento espectacular de ventas: suben un 467,3%. En el tramo intermedio, 9,75%, donde entran los 4x4 que bajan de 200 gramos por kilómetro, han subido las ventas un 12,02%. Los claramente castigados han sido los más contaminantes, al descender un 42,43%, pues el gravamen es de un 14,75%.
En resumidas cuentas, vuelve el tópico de que al español, donde más le duele, es en el bolsillo, y que no hay nada más motivador para nosotros que los impuestos para conducir de forma eficiente, bajar la velocidad media o adquirir modelos más respetuosos con el medio ambiente. Por otra parte, los fabricantes empezarán a motivarse más (es decir, a invertir más dinero ya que la gente acepta gastárselo) en reducir más las emisiones de sus vehículos.
Las fórmulas a utilizar son muy diversas: propulsión híbrida, relaciones de cambio más largas, mejoras aerodinámicas, ECU más optimizadas, filtros de partículas diesel, sobrealimentación en motores pequeños (véanse los TSI), inyección directa de combustible sí o sí, neumáticos de baja resistencia, ahorros de peso… En los últimos años estos avances han sido espectaculares, y nos queda mucho por ver aún.
No deja de ser curioso que con la reforma que se hizo del impuesto “verde”, aún a nivel estatal no se apoye el uso de los biocombustibles, habiendo ya modelos en el mercado que pueden usarlos. Siendo España un productor importantísimo de biocombustibles a nivel europeo, resulta chocante que sigamos pagando tan ricamente el petróleo al exterior, dependiendo de los designios de la OPEP o los cruces de cables mentales de gobernantes diversos.
- Tipo 0%: vehículos que no superan los 120 gr/Km.
- Tipo 4,75%: vehículos que emiten entre 121 gr/Km. y 159 gr/Km.
- Tipo 9,75%: vehículos que emiten entre 160 gr/Km. y 199 gr/Km.
- Tipo 14,75%: vehículos que emiten a partir de 200 gr/Km.
El citado estudio se hizo para FACONAUTO, que agrupa a las asociaciones de concesionarios oficiales presentes en España. Según su forma de ver, los impuestos deberían trasladarse al combustible y no a la adquisición: cuanto más consumas, más pagas. Estoy seguro que habrá muchísima gente que estará radicamente en contra de ese tipo impositivo, bastante pagamos en impuestos de hidrocarburos como para pagar aún más.
Fuente | FACONAUTO
En Motorpasión | ¿Son ecológicos los coches que afirman serlo? y Algunas dudas resueltas sobre el nuevo impuesto de matriculación
