El festival austriaco de Wörthersee que acoge a miles de entusiastas de Volkswagen cada primavera, sirve este año como escenario para la presentación de un prototipo, aún en fase de boceto, que pretende ser un GTI a la enésima potencia con rasgos más cercanos a la competición que a la serie.
El llamado "Design Vision GTI" es un ejercicio de diseño basado en el nuevo VW Golf GTI (VII) que sustituye el 2.0 litros turboalimentado de cuatro cilindros por un 3.0 TSI V6 biturbo de 503 CV (a 6.500 RPM) y 560 Nm de par máximo, junto a un cambio DSG de doble embrague y tracción a las cuatro ruedas.
Según Volkswagen este prototipo acelera de 0 a 100 km/h en sólo 3,9 segundos y alcanza los 300 km/h, por lo que el sistema de frenos cuenta con discos cerámicos de 380 milímetros delante y de 356 milímetros detrás, junto a poderosas pinzas pintadas de color rojo.
Estéticamente destaca por sus atractivas líneas de coupé, apariencia achatada, grandes entradas de aire frontales, pasos de rueda ensanchados, enorme difusor trasero y demás elementos aerodinámicos, y por sus llantas de 20 pulgadas con gomas 235/35 en el eje delantero y 275/30 en el trasero, que simulan ser monotuerca al estar escondidos los tornillos.
Este "Design Vision GTI" (4.25 metros) es 15 milímetros más corto que el GTI de producción, 57 milímetros más bajo y pasa de una anchura de 1,79 metros a 1,87 metros. Las vías delantera y trasera también son más anchas que en el GTI de calle, concretamente 57 y 63 milímetros, delante y detrás, respectivamente.
Por dentro, aunque manteniendo el estilo GTI, busca el minimalismo y tiene un aire algo futurista. Luce cuero y alcántara junto a inserciones de fibra de carbono y un volante típico de Volkswagen con levas para gestionar el cambio DSG. La consola central está claramente orientada al conductor y en ella encontramos entre otras cosas un mando para cambiar entre los tres modos disponibles: “Street,” “Sport” y “Track”.
