Ya lo avisábamos hace unos días. Volkswagen está preparando su vuelta al Campeonato del Mundo de Rally pero no de una manera oficial, sino enclavado en una especie de programa carreras-cliente para el que ya han desvelado cuál será su arma: el Volkswagen Polo GTI R5.
Ataviado con unos llamativos colores de carreras en los que se combina el blanco con el rojo y el gris, este coche de carreras recupera la exitosa senda marcada por el Polo WRC y toma la base de la sexta generación del Polo que probamos hace sólo unos días para meterse de lleno en una de las competiciones más reñidas del mundo.
Volkswagen Polo GTI R5: el hijo pródigo ha vuelto
Además de por sus colores de guerra, el Polo GTI R5 destaca por emplear un cuerpo de cinco puertas al que se le añaden unos pasos de rueda ensanchados al máximo y que terminan en un paragolpes delantero con una toma de aire inmensa y una zaga robusta y culminada por un alerón fijo sobre el techo.
En el interior de esta carrocería se esconde un motor derivado de la versión de calle con 1.6 litros de cilindrada, cuatro cilindros, inyección directa y turboalimentación que le sirven para producir 272 CV y 400 Nm de par motor. Esta fuerza se distribuye a las cuatro ruedas de manera permanente a través de una caja de cambios secuencial de cinco relaciones.
El chasis de acero se ha aligerado al máximo e incrementado su rigidez y será fabricado en Landaben (Pamplona), y sobre él se construye un conjunto con un peso de 1.320 kg que se traduce en un 0-100 km/h de 4,1 segundos.
Pendiente aún de homologarse para las carreras (un mero trámite que cumplirán a mediados de verano), el retorno de Volkswagen a las carreras comenzará en la segunda mitad de 2018 cuando las primeras unidades de esta bestia alemana salgan del cuartel general de Volkswagen Motorsport para empezar a competir. Mientras tanto, el Polo GTI R5 hará su debut como coche 0 en el Rally de Alemania.
De momento el Polo GTI R5 ya ha comenzado con su fase de pruebas en la que están testando la plataforma sobre todos los escenarios posibles, y cuanto más complicados mejor.